Un gran cambio y una crisis irresuelta
Que Santurtzi vuelva a ganar población tras 25 años perdiendo residentes y que Barakaldo acometa ya su segunda gran transformación urbanística son dos muestras del cambio en la Margen Izquierda, una zona en la que viven 234.000 personas, el 11% de la población vasca y el 20% de la de Vizcaya. La bonanza económica ha permitido una transformación impensable hace poco más de una década. No hay dudas de que el antaño motor económico de Euskadi, fundamentalmente debido a la desaparecida Altos Hornos de Vizcaya, ha salido del agujero. "Se ha frenado la pérdida de población y se han mejorado los servicios a la ciudadanía. El paro ha disminuido y los equipamientos son mejores, aunque hay un porcentaje importante de gente que necesita de los servicios sociales", opina José Antonio Pastor, vecino de la comarca y el candidato del PSE a diputado general vizcaíno.
La transformación de Barakaldo contrasta con la parálisis de Sestao, anclado en los 80
Ricardo Ituarte, candidato del PNV a la alcaldía de Santurtzi, dice que la Margen Izquierda "comienza a ver la luz" tras lo que califica como "10 años negros como consecuencia de las políticas de desindustrialización realizadas por los sucesivos gobiernos del PSOE y el PP desde Madrid". A su juicio, la actuación de la Diputación de Vizcaya y del Gobierno durante los últimos cuatro años ha puesto "las bases solidas para acometer una profunda revitalización".
La comarca ha perdido en los últimos diez años más de 20.000 habitantes. La tendencia, aunque lentamente, ha empezado a cambiar. Barakaldo, que llegó a contar con 123.000 vecinos en 1979 y 102.000 en 1995, tiene ahora 95.640 vecinos, según los datos del padrón municipal del año pasado facilitados por el INE, y desde 2003 ha empezado a remontar. Santurtzi, con 47.320 habitantes, también vive en alza desde 2004. Portugalete (49.118 vecinos) sigue con la tendencia descendente y Sestao pierde cada año 500 personas y se encuentra en 30.036, cuando en 1979 llegó a alcanzar los 42.095 habitantes.
Arantza Rodríguez, profesora de Economía y Planificación Urbana de la Facultad de Económicas de la UPV, alerta de que no todos los indicadores son buenos, como la "pobreza, que ha aumentado en la Margen Izquierda" y recuerda que en la recuperación se ha invertido "muchísimo dinero público" sin casi presencia de la iniciativa privada. "Buena parte del éxito está vinculado a la revalorización del suelo en un momento de gran expansión económica", añade.
En este profundo cambio, Sestao muestra la cara amarga. Mientras su vecino Barakaldo ha regenerado el área de Galindo, junto a la Ría, donde estaba la planta principal de Altos Hornos, ha convertido en un gran parque comercial la vega que discurre junto a la autopista, tiene el mayor jardín botánico urbano de Euskadi y acoge la nueva Feria Internacional de Muestras, Sestao parece situarse todavía en la época de la crisis de los 80.
Los propios problemas urbanísticos y sociales, con gran proporción de vivienda degradada y colectivos marginales, unidos a las discrepancias institucionales, le han sumido en el abandono. El cambio de gobierno en 2003 (el PNV le arrebató la alcaldía al PSE, que la mantenía desde las primeras municipales tras la restauración de la democracia en 1979) no ha concretado ningún resultado. Sí existe un acuerdo con la Diputación y los gobiernos vasco y central para invertir 120 milones en la regeneración urbana y construir 1.350 viviendas en zonas degradadas, y otro para la revitalización industrial con 102 millones y la creación de 2.400 empleos, que se prevén empezar a desarrollar en los próximos años. Sin embargo, los problemas políticos han persistido en el Ayuntamiento, al romperse el último año el pacto de PNV y EB con una plataforma vecinal.
"En Sestao", opina el socialista Pastor, "el PNV hizo una apuesta muy firme con muchísimo dinero para la revitalización, pero lo único positivo es la llegada del metro, que no es imputable a la gestión del municipio. Los barrios siguen degradados, la seguridad ha ido a peor, la vivienda sigue con un hándicap y la regeneración industrial no se ha puesto en marcha".
Ituarte cree que el cambio de Sestao "se visualizará estos próximos cuatro años". La profesora Rodríguez asegura que la ya de por sí complicada situación de Sestao -"no tiene tanto suelo como Barakaldo y hay una fuerte desestructuración social"- se ha agravado por "la pasividad de las administraciones". "Sestao tiene que aprender de los errores y aciertos de Bilbao y unir la regeneración urbanística a la social y productiva", apunta.
Rodríguez, quien cree que el PSE vive "una crisis interna" en la comarca y el PNV carece de "un proyecto en una zona que no es su feudo", echa en falta un proyecto conjunto para toda la Margen Izquierda. "Cada municipio planifica a espaldas del de al lado", opinión que admiten en privado tanto dirigentes nacionalistas como socialistas.
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