"Vivir sin torear no es vivir"

A tan sólo tres semanas de su vuelta a los ruedos tras cinco años de ausencia, El País Semanal publica mañana las únicas declaraciones que el torero José Tomás ha concedido antes de su reaparición. "Vivir sin torear no es vivir", confiesa a la escritora Almudena Grandes, quien ha trazado un perfil revelador del misterio del matador de Galapagar. De su vida ascética, alejada del circo mediático. De sus miedos, de sus incógnitas.

Han pasado cinco años desde que se fue. Tal como vino. En silencio. Discreto. Hierático. Con él volvió el escándalo en la plaza y el aire de Manolete. Revolucionó los últimos años taurinos del siglo XX, elevó al paroxismo a los aficionados de Sevilla y puso de acuerdo hasta a los madrileños del 7, donde la exigencia toma asiento. Desarmó el recato de los más conservadores y cosechó advenedizos con la quietud de su figura. Pero un día, en septiembre de 2002, decidió despojarse del traje luminoso.

Y ahora está a punto de volver a vestirlo. En Barcelona, el 17 de junio. A pocos días de su reencuentro con la muerte, Almudena Grandes ha viajado con él a sus orígenes. A la iniciación de la mano de su abuelo Celestino. A sus primeros muletazos. Un viaje que desnuda su leyenda desde el principio. Las fotografías exclusivas de Marisa Flórez, redactora jefa de EL PAÍS, acompañan el texto de la escritora. Lo verán mañana. El retrato más íntimo del nieto de Celestino. La historia de un hombre que vuelve con hambre de matador. Lo dice Almudena Grandes: "Para eso vuelve José Tomás, para volver a vivir".