"Soy Jack Sparrow por puro instinto"
El tiempo no pasa por el eterno Peter Pan que habita en el cuerpo de Johnny Depp, de 43 años. Sólo la cadena llena de recuerdos que lleva al cuello parece algo más cargada que de costumbre y su voz, un poco más ronca, aunque relajada. Tal vez está algo más serio que de costumbre. No tiene por qué ver con el estreno de Piratas del Caribe 3, que pone fin a una de las trilogías más taquilleras de este siglo. Al menos por ahora. No hay razones para estar preocupado después de que las aventuras del capitán Sparrow lleven recaudados 1.700 millones de dólares (cerca de 1.300 millones de euros) en todo el mundo desde su primera entrega en 2003. Responsabilidad, tal vez, por sentirse la estrella más popular del momento, todo un logro para alguien que siempre apostó por el arte en lugar de la fama. Lo que se nota en la voz a este candidato al Oscar en dos ocasiones y complemento perfecto a la mente tortuosa de Tim Burton, junto al que está rodando el musical Sweeney Todd, es algo más personal. Depp aún se resiente del susto que les dio este año su niña, Lily-Rose -junto a Jack los dos hijos que tiene con su pareja sentimental, Vanessa Paradis-, afectada en marzo por lo que parecía un envenenamiento en la sangre y acabó siendo una infección por E.coli. "No quiero sonar cursi", se disculpa, "pero te das cuenta de que la vida es el canto de un pájaro. Y da igual en quién creas, de dónde vengas o cuántos dioses tengas en tu cabeza, mejor disfruta y sácale todo el jugo que puedas al ahora porque eso es la vida".
"Tener la oportunidad de ser normal es todo un regalo"
Pregunta. Entonces, tendrá también ganas de decirle adiós a Jack Sparrow después de tanto tiempo juntos.
Respuesta. Teóricamente, ésta es la última de la trilogía pero la industria está abierta a una cuarta o una quinta, y yo no me opongo porque desde el egoísmo del actor, hay mucho más del capitán Sparrow que me gustaría explorar.
P. ¿Considera a Jack Sparrow como el principal papel de su carrera?
R. Es difícil de decir. Ahora mismo supongo que sí. Piratas del Caribe es la película que está más presente en la mente de todos. Pero el papel más importante de mi carrera creo que es el de Eduardo Manostijeras porque marcó el comienzo, mi llegada a ese camino que sentía la necesidad de seguir y el arranque de mi relación con Tim Burton.
P. Por el contrario, Piratas ha sido el arranque de su relación con Keith Richards. ¿Cómo fue el rodaje?
R. Sin lugar a dudas, una gran experiencia que funcionó a las mil maravillas. Siempre le comparo con la llegada de un pistolero que deja a todo el poblado boquiabierto y se larga de la misma. Un perfecto final para Jack, la posibilidad de conocer a su padre. Ese día no faltó nadie al rodaje y le dieron una guitarra que había fabricado ex profeso Danny Farrington por si acaso había un poco de música en la escena... pero sería terrible que adelantara más de la trama.
P. La trama es el mayor secreto de Hollywood pero no así las penurias de un rodaje azotado repetidamente por huracanes...
R. Entre la segunda y la tercera entrega han pasado dos años de mi vida, años que fácilmente caen en la categoría de un extraño trabajo para un hombre maduro. Es cierto que tuvimos que evacuar el plató en repetidas ocasiones por la llegada de una de esas terribles tormentas. Pero para mí ha sido la oportunidad de mi vida de la que me siento muy afortunado. Todo un placer que me hace sentir el hombre más afortunado del mundo.
P. Y entre los más ricos, supongo
R. Tomé la decisión de hacer de capitán Jack Sparrow por puro instinto. Está dentro de la línea de personajes que siempre he interpretado y de los que me siento orgulloso. Pero reconozco que la experiencia de Piratas me permite a mí y a mi familia ciertos lujos, vivir un poco más cómodos y con suerte revertirá en mis hijos y en los hijos de mis hijos.
P. Comodidades como contar con su propia isla.
R. Todavía no me siento cómodo cuando digo eso de "nuestra isla" pero nos permite a mí, a mis hijos y a mi chica ser nosotros en un sitio donde el cine, el famoseo o como se quiera llamar, no existe. Eso es todo un regalo. Tener la oportunidad de ser normal.
P. ¿Cuáles son sus planes tras Sweeney Todd? ¿Es posible una vuelta al cine independiente después de tanto éxito?
R. Esencialmente, es de donde salgo. Con Piratas he participado durante semanas en secuencias que luego en pantalla no duraban más de dos segundos. También es cierto que ha sido una experiencia única, así que ha valido la pena. Quizá mi próximo proyecto sea The rum diary, con Bruce Robinson, que supongo que entra en la categoría de uno de esos filmes independientes míos.
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