"Ha pesado más el municipio que la ruptura por EA de la coalición"

Iñaki Beraza (Salvatierra, 1954) encabeza Agurain Guztion Artean / Entre Todos y Todas, candidatura que han montado los concejales de PNV y EA que han gobernado el pueblo los últimos ocho años. Fue la solución que encontraron para eludir la decisión de EA de no concurrir a estos comicios coligada con los peneuvistas en ningún lugar de Euskadi. Beraza lleva 20 años al frente del consistorio bajo diferentes siglas, los últimos ocho años, como EA-PNV.

"A pesar de las dificultades internas, ésta ha sido una de las pocas veces que no he tenido dudas para presentarme a las elecciones", apunta este químico de formación, profesor de instituto y dedicado en la actualidad a gobernar una localidad que casi alcanza los 5.000 habitantes. Y se explica: "Hemos llevado a cabo una serie de proyectos, en los ámbitos industrial, residencial y de equipamientos y queremos consolidar nuestro programa con el equipo que ha estado al frente".

Todo ello pese la presión de la dirección de EA, con su presidenta, Begoña Errazti, a la cabeza, que amenazó con presentar una candidatura alternativa. "Pesaba más el municipio que el partido, aunque también creo que el militante debe seguir las líneas que marca la dirección. Por eso buscamos una solución intermedia: si el partido no se presentaba, lo haría yo al frente de una candidatura independiente. Y así ha sido", resume el primer edil.

"Entiendo que, a veces, ciertas estrategias nacionales son contraproducentes en las elecciones municipales", añade. "En los pueblos, el voto se dirige a la persona". Del mismo modo, también se personalizan las críticas de la oposición. Beraza ha recibido presiones tanto del PP como de la izquierda abertzale. La lista de ANV ha sido anulada. "En los próximos cuatro años volveremos a recibir la carga de esta decisión judicial. Hubiera sido mucho mejor para nosotros que se hubiera admitido la lista", opina.

Casi con seguridad, Beraza revalidará su cargo. Su intención hasta 2011 pasa por consolidar Salvatierra como el referente de la Llanada alavesa en todos los ámbitos. "Se trata de superar el tópico del cultivo de la patata", ironiza. La localidad cuenta con un notable tejido industrial, al que se prevé incorporar una gran quesería. La población crece un 4% anual, lo que ha supuesto 1.200 empadronamientos en los últimos ocho años, y la proyección turística de su casco histórico queda patente en la visita de más de 14.000 personas a su recién restaurado Ayuntamiento, del siglo XVI.