Luis Francisco: "La gente paga por ver espectáculo, no para vernos croar como ranas"

"Alcanzado un acuerdo entre la empresa, la autoridad gubernativa y los toreros, la corrida de hoy queda aplazada hasta la tarde del 4 de julio, sin perjuicio de los derechos adquiridos por los espectadores". El anuncio sonaba por megafonía con enorme solemnidad. Recordaba a aquel otro sonsonete tan familiar a algunas generaciones de españoles: "En el día de hoy, cautivo y prisionero el Ejército rojo...". En este caso, el parte de guerra da la victoria a la cordura y a la seriedad, sin que haya oposición alguna de tesis enemigas. "La gente paga por ver espectáculo, no para vernos croar como ranas".

Se propone una adivinanza sobre quién es el autor de estas palabras: lleva patillas, es de Alicante y hoy le ha dado por lo clásico y se ha embutido en un traje grana y oro que, por desgracia, no ha podido lucir en el ruedo. Los razonamientos de Esplá eran los que se imponían en la deliberación entre toreros, autoridad y empresa, sin que se escuchara otra voz: "Hay que ser serios: en estas circunstancias, dar la corrida sería algo inviable. Con esperar más tiempo no haríamos más que marear la perdiz. Pero no quiero ser el único que hable aquí; el que tenga que decir algo, que lo diga". Y se escucha el zumbido de una mosca tempranera con impermeable volar. Finalmente, se anuncia la suspensión y comienza el desfile del público, que se había refugiado en pasillos y gradas, escaleras abajo. Al parecer, un par de aficionados protestaban airados la decisión. Como que cuatro gotillas de nada les iban a achantar. Y esos toreros blandengues que hay ahora que se ahogan en un vaso de agua...

Dilema sobre el cartel

El aplazamiento coincide con noticias jugosas y circunstancias curiosas. La noticia, importante, es que Juan Bautista será el sustituto de Miguel Ángel Perera en la corrida de mañana, con Castella y Ámbel Posada. El dilema que se crea con el aplazamiento de la corrida de esta tarde es sobre quién debe figurar en el cartel del día 4: Víctor Puerto, cogido recientemente, pero que estaría restablecido para esa fecha, o su sustituto, Torres Jerez, quien se había ganado a ley el derecho a esta sustitución, con todas las ilusiones del mundo depositadas en ella. El diestro almeriense tenía sus dudas: "No lo sé quién vendrá. Se está dialogando ahora con la empresa. No sé si vendrá Víctor o vendremos nosotros. Yo traía mucha ilusión esta tarde, y estoy necesitado de un triunfo". Su representante no tiene duda sobre la cuestión: "Torres Jerez ha sorteado ya el ganado que se iba a lidiar esta tarde, y ese sorteo es el que vale para la próxima fecha". Al parecer, este criterio es el correcto y el que, en fin, se va a aplicar.

Por su parte, Álvaro Justo era la encarnación misma de la resignación: "Para mí, era un día crucial, pero es cierto que hay que pensar en la gente. Me admira todavía ver aficionados en los tendidos soportando el chaparrón esperando una decisión".