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Un experimento logra regenerar el pelo en ratones adultos

El crecimiento capilar se reactiva por unas proteínas específicas

Durante años se ha considerado que los mamíferos tienen capacidad regenerativa muy limitada. En el caso del pelo, cuando un adulto pierde los folículos capilares avanza hacia la calvicie y no recupera ya el pelo perdido. Sin embargo, una investigación en ratones de laboratorio muestra ahora que al cicatrizar heridas se activa en el animal la producción de folículos capilares, producción que es normal en el desarrollo embrionario pero no en ejemplares adultos.

El experimento indica que la capacidad regenerativa de la piel es muy superior a lo que se creía, y aunque es grande la distancia entre los resultados obtenidos en ratones y su aplicación en humanos, los científicos creen que tal vez se abra una vía interesante hacia futuras terapias para la calvicie y otros problemas capilares.

En realidad se conocían ya indicios de que en ratones, conejos e incluso humanos, se podían desarrollar algunos folículos capilares en zonas de la piel heridas y cicatrizadas, pero no había datos concluyentes, explica hoy la revista Nature.

En los ratones del experimento, dirigido por Mayumi Ito (Universidad de Pensilvania)

cuando las heridas son de tamaño superior a medio centímetro de diámetro, la recuperación del proceso capilar es completa y el pelo acaba siendo indistinguible del de las zonas adyacentes a la herida. Los animales utilizados son transgénicos pero sólo para lograr una marca genética claramente distinguible en las células del bulbo capilar y poder seguir su desarrollo. Por lo demás, son animales normales.

Los científicos argumentan que el efecto de la regeneración capilar no se ha visto claramente hasta ahora porque normalmente las heridas de tamaño considerable, tanto en humanos como en animales, se suturan, y eso es bueno para cerrarlas pero puede que no lo sea para reactivar la generación del pelo. Ito y sus colegas han dejado las heridas de los ratones cerrarse de forma natural y han seguido el desarrollo del proceso minuciosamente.

En el experimento, los científicos han notado que las heridas activan el proceso molecular regulado por unas proteínas denominadas Wnt, que son esenciales para el crecimiento del cabello. Cuando la producción de estas proteínas se bloquean, cesa la producción de folículos. "Hemos demostrado que la cicatrización reactiva un estado embrionario en la piel que la convierte en receptiva para las instrucciones de las proteínas Wnt", explica en un comunicado George Cotsarelis, coautor del trabajo. La herida, dice, abre en los adultos una "ventana embrionaria".

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