El jurado declara culpable a Fecsa de un incendio de 18.000 hectáreas
Los afectados reclaman 10,3 millones por un fuego en 1998
Los tribunales del jurado tienen fama de implacables y ayer emitieron un veredicto que sigue abonando esa idea al declarar culpables a dos responsables de Fecsa de un incendio ocurrido en el verano de 1998 y que arrasó 17.781 hectáreas en Aguilar de Segarra. Las importancia del fallo es que, con toda probabilidad, la eléctrica deberá indemnizar a los 17 perjudicados con más de 10,3 millones de euros.
Los dos responsables condenados son Francesc Josep Archs, jefe de mantenimiento de Fecsa y Agustín Manuel López, que llevaba 18 días como jefe de zona de la eléctrica cuando se produjo el gran incendio, el 18 de julio de 1998. Las acusaciones particulares reclaman para ellos dos años de prisión y si se les impone esa pena no ingresarán en prisión.
Pero el veredicto de culpabilidad comporta que la eléctrica sea declarada reponsable civil subsidiaria y todo hace pensar que será condenada a indemnizar a los afectados con los 1.724 millones de pesetas que reclaman (10,3 millones de euros) por los daños sufridos por las llamas. La vista para fijar la cuantía de las indemnizaciones se celebrará el próximo lunes.
El jurado considera que el fuego se inició en Aguilar de Segarra por el "mal estado general" del tendido, que databa de 1913. Por ese motivo, se formó un arco eléctrico entre los cables conductores de la línea y la caída de partículas incandescentes que incendieron la vegetación reseca.
"Evidente abandono"
Si la línea hubiera tenido anillos de descarga, habrían actuado de aislante, asegura el veredicto del jurado, para quien era "evidente" el estado de "abandono" de la conducción. El fuego tardó 12 días en ser extinguido y afectó a 16 municipios de Berguedà y Bages.
La declaración de culpabilidad y la condena contra Fecsa tardará más de un año en ser firme, en el mejor de los casos. La sentencia será recurrida por la defensa ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña y, si es ratificada, ante el Tribunal Supremo.
En el juicio, que ha durado más de un mes, se juzgaba la responsabilidad de otros seis incendios. El fiscal acusaba a dos pirómanos que, según su versión, actuaron por despecho al ser despedidos de la empresa. Al empezar el juicio pedía 18 años de cárcel para cada uno y al final lo redujo a uno y dos. El tribunal popular los ha declarado culpables de cuatro fuegos muy pequeños que ellos mismos reconocieron y ha apreciado que actuaron bajo los efectos del alcohol y que tienen trastornos de personalidad.
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