Gallardón: cuatro años de tuneladora

Alberto Ruiz-Gallardón ha logrado ejecutar en cuatro años -dos y medio de obras- el proyecto de infraestructuras más apabullante acometido por un Ayuntamiento en España (y el más caro). Pero no ha sido capaz de cumplir compromisos aparentemente más sencillos, como que todos los autobuses tengan rampa, ni construir las siete escuelas de música que prometió, ni hacer de Madrid una ciudad menos ruidosa. Tampoco alcanzó uno de sus sueños, los Juegos Olímpicos de 2012, aunque se dejó la piel en ello. Según el PP, la capital ha vivido la mayor transformación de su historia en un solo mandato, y eso merece todas las penas; según PSOE e IU, han sido cuatro años infernales en los que el alcalde ha empeñado la paciencia de los ciudadanos y un presupuesto millonario. EL PAÍS ofrece el balance del grado de cumplimiento del programa electoral con el que ganó la alcaldía de Madrid en 2003. La reforma de la M-30 ha eclipsado otras mejoras -87 equipamientos públicos de distrito han sido construidos o rehabilitados- y la adopción de medidas arriesgadas, como la de dispensar, gratis, la píldora del día siguiente en el Centro Joven. Por el contrario, numerosos puntos del "contrato" que Ruiz-Gallardón dijo firmar con los madrileños han quedado sin cumplir.