_
_
_
_
Juicio por el mayor atentado en España | 11-M

La mina en la que se robaron los explosivos del 11-M tenía una doble contabilidad

Los peritos ratifican que la dinamita y los detonadores proceden de la explotación asturiana

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

En mina Conchita, la explotación de caolín de la que fueron sustraídos los explosivos y detonadores con los que se perpetraron los atentados del 11-M, existía una doble contabilidad. Así lo puso de manifiesto ayer en el juicio un perito de la Guardia Civil que destacó que el procesado Emilio Llano, capataz de la mina, facilitaba a la intervención de armas cantidades muy diferentes de las que pasaba a la empresa como consumo real. "No entendemos el porqué de una doble contabilidad a menos que se esté falseando u ocultando una realidad", concluyó el agente del instituto armado.

Más información
Investigación de los explosivos
Los detonadores de la Kangoo, del AVE y de Leganés sólo se usan en las minas de Caolines
Trashorras fue identificado el mismo día en dos coches en Madrid y Cádiz
Pilar Manjón: "ETA no está, aunque lleven a tres etarras"

En el estudio que realizaron los peritos detectaron consumos imposibles, y una desproporción entre el consumo de detonadores y de explosivos. En cualquier caso, Llano proporcionaba a la intervención de armas unos datos de consumos que siempre se ajustaban a las capacidades máximas de los minipolvorines. Sin embargo, a la empresa Caolines de Merillés le proporciona datos de consumo de explosivos y detonadores. Entre unas otras cifras había "diferencias muy notables".

El perito ratificó el informe elaborado con un compañero que concluía que los explosivos y detonadores hallados en varios escenarios del 11-M y en los escombros del piso de Leganés donde se suicidaron los islamistas procedían de Mina Conchita.

El abogado del ex minero Suárez Trashorras quiso seguridades y preguntó: "¿Puede asegurar que las numeraciones de las fajas de los cartuchos de Leganés provienen indubitadamente de Mina Conchita?".

¿Certeza?, ni Dios

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

"Eso no lo aseguraría ni de lo que voy a hacer en un ratito. En el informe pone: Origen probable del material explosivo. Certeza, no creo que la tenga ni Dios".

El perito, a preguntas del letrado Antonio García, culpó a Emilio Llano del descontrol existente y señaló que sin su colaboración es imposible que los terroristas hubieran tenido acceso a la cantidad elevada de explosivo que consiguieron. "No sé si la falta de celo o la implantación de un sistema personal de petición de explosivos -300 kilos de manera continuada- hacen pensar que en Mina Conchita, (...) había una cantidad muy superior a los 250 kilos. Esta manera de trabajar, aunque hubiera faltado dinamita, el no haberlo puesto en conocimiento de las autoridades y el no haberlo tenido en el minipolvorín es lo que facilita precisamente que se puedan hacer no con cinco ni con diez, sino con una cantidad muy grande, que es lo que se ha consumido en los atentados, lo que se ha encontrado en los escenarios y se corresponde a las fajas de los cartuchos encontradas en Leganés", concluyó.

Como curiosidad, hay que destacar que el letrado de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M, José María de Pablo, que el miércoles había preguntado por un supuesto etarra que en realidad era un perito de una aseguradora, volvió ayer a formular una pregunta en la línea de la teoría de la conspiración. La sutil diferencia es que ayer lo hizo señalando: "Las víctimas a las que represento me han pedido que le pregunte si el explosivo que ustedes encuentran en Leganés corresponde todo a Goma 2 ECO o si alguna de las fajas de los cartuchos corresponde a Goma 2 EC". El perito contestó tajante que todas coresponden a Goma 2 ECO calibre 26 x 200.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_