Beenie Man asegura que sus viejos temas homófobos atacaban a pederastas y rivales
Un malentendido. Así justificó ayer el cantante jamaicano Beenie Man la polémica por las letras homófobas de algunas de sus canciones. Lo hizo horas antes de subirse al escenario de la barcelonesa sala Apolo. Medio centenar de manifestantes de colectivos gays le esperaban frente a las puertas para expresar su rechazo al artista. El autoproclamado rey del dancehall recordó que sus temas más controvertidos son muy viejos y que ya no forman parte del repertorio del grupo desde el 2005. Se refería a letras de finales de los años noventa en las que afirma cosas como: "quememos a los homosexuales y sodomitas y que todos griten que eso está bien" o "sueño con una nueva Jamaica, venid a ejecutar a todos los gays". Aunque el sentido hiriente de estas frases parece claro, Beenie Man trató de explicar los mensajes ocultos que esconden su literalidad. Así, el cantante aseguró que el mundillo del dancehall es muy competititivo, por lo que es habitual que los intérpretes se lanzen insultos para humillar al rival. Y en la sociedad jamaicana, que condena la sodomía, "maricón" es lo peor que se le puede decir a un rastafari. El principal adversario de Beenie Man tiene nombre: Bounty Killer, también experto otrora en componer canciones homófobas. Las razones del cantante no acabaron en esa evocación de batallas verbales. Explicó, además, que donde clamaba "homosexual" el público debía oír "pederasta". "Los gays pueden venir a mis conciertos, mientras no me toquen. Respeto todos los estilos de vida siempre que me respeten a mí", ramachó.
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