Cada vez más los conductores se saltan el control de alcoholemia en Girona
La Fiscalía de Girona ha advertido en los últimos meses un aumento de conductores que intentan esquivar los controles de alcoholemia pisando a fondo el acelerador del coche en el último momento para huir de los agentes y del dispositivo que realiza la temida prueba del alcohol. El fiscal dio a conocer este dato ayer al presentar la memoria de la fiscalía correspondiente alaño 2006, donde se destaca el incremento de los delitos relacionados con el tráfico.
El fiscal jefe de Girona, Josep Maria Casadevall, dice que es una tendencia "preocupante" ya que los infractores ponen en peligro la integridad física de los agentes encargados de realizar las pruebas del etilómetro. Cadasevall destaca las consecuencias que pueden derivarse de estas actuaciones, como enfrentarse a penas de prisión de entre 3 y 4,5 años por un delito de atentado contra un agente de la autoridad con un medio peligroso, en este caso, un vehículo. La Fiscalía de Girona "evaluará cada caso a la hora de pedir la prisión preventiva" para los conductores que se salten un control de alcoholemia y aseguró que esta infracción será tenida en cuenta a la hora de acusar.
Otros delitos que pueden sumarse en el caso de los conductores que se escapan del control son ponerse al volante de un coche pese a estar bebido y negarse a realizar la prueba de alcoholemia. La fiscalía considera que el incremento del número de conductores que se niegan a soplar por el alcoholímetro se debe a la creencia "errónea" de que así no perderán puntos del carnet. El número de actuaciones judiciales relacionadas con la conducción bajo los efectos del alcohol han pasado de 1.772 casos en 2005 a 2.074 en 2006.
