Los ayuntamientos ensayan el despliegue de fibra óptica hasta los hogares
La demanda de banda ancha para ofrecer nuevos servicios continúa creciendo, pero la capacidad del cable telefónico, la infraestructura que utiliza el ADSL, está llegando a su límite, según los expertos. La solución, dicen, es llevar la fibra óptica al hogar, una tecnología que permite velocidades de 100 megabites simétricos y sin perder capacidad a pesar de la distancia. El consorcio de municipios catalanes Localret y la Universidad Politécnica de Cataluña estudian el desarrollo de redes de telecomunicaciones que lleven la fibra óptica hasta los domicilios catalanes. En Viladecans (Baix Llobregat) y Centelles (Osona) se realizan pruebas piloto.
Las comunicaciones ópticas permitirán implantar con garantía la transmisión de datos e imágenes a gran velocidad, televisión de alta definición y servicios como la telemedicina, teleeducación o telepresencia. Suecia, Dinamarca y Holanda son los países más avanzados en el uso de esta tecnología. Aunque España es el farolillo rojo europeo, de Asturias terminará a finales de año la extensión de una red que conectará 30.000 hogares. En Japón ya hay siete millones de viviendas con fibra al precio de una conexión española de ADSL, dice Josep Prat, profesor de la Politécnica. El coste para el operador ronda entre 500 y 1.000 euros por hogar.
Mayor rapidez
La fibra óptica permite al usuario enviar la información con la misma capacidad con que la recibe, porque en el ADSL el canal de retorno es muy lento y encima crea cuellos de botella, añade Prat. Viladecans ya dispone de una red municipal de fibra; en los últimos años se ha ido aprovechando diferentes tipos de obras para tender 50 kilómetros de conductos preparados para pasar la fibra óptica, cuenta Enric Serra, jefe del departamento de Planificación Territorial. Falta instalar el cableado y que algún operador se interese en prestar servicios.
¿Y el resto de Cataluña? El secretario general de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información, Jordi Bosch, cree que antes del verano estará listo un decreto por el cual las nuevas infraestructuras públicas que se construyan en Cataluña integren canalizaciones con fibra óptica.
En la actualidad, se está instalando fibra oscura (circuitos de fibra óptica desplegados por un operador pero que no están siendo utilizados) en 356,6 kilómetros de vías de los Ferrocarriles de la Generalitat y tramos de carreteras. El objetivo es poner en valor las infraestructuras de la Generalitat y las municipales a través del consorcio ITCat (Generalitat y Localret), que gestionará la nueva red a través de un operador neutro. Bosch plantea sacar a concurso esta red antes de finales de año. "Este operador neutro podría aglutinar también la infraestructura privada que hay en Cataluña y que no se utiliza en estos momentos, como la desplegada por compañías del sector energético", añade.
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