20.500 coches usarán a diario la autovía entre Fuenlabrada y Griñón, que se abre hoy

La prolongación de la M-407 entre Fuenlabrada y Griñón funciona desde hoy. La autovía, con dos carriles por sentido, soportará 20.500 coches diarios. En el asfalto se han reutilizado 60.000 neumáticos que ayudan a amortiguar el ruido y mejoran la resistencia del firme. La obra, valorada en 70 millones de euros, será financiada mediante el sistema de peaje en la sombra. La Comunidad de Madrid pagará un máximo de cinco millones anuales durante 20 años. La factura final resultará rentable para las concesionarias, que pueden embolsar hasta 30 millones más.

El último corredor abierto de norte a sur de Madrid, con 11,6 kilómetros de longitud, une Fuenlabrada y Griñón. La autovía, con dos carriles para cada sentido, es desde hoy una alternativa a la A-42 (Toledo) y la A-5 (Extremadura). También servirá para descongestionar el tráfico de otra vía paralela, la M-405, que une los mismos municipios.

El asfalto del nuevo tramo incluye el polvo de 60.000 neumáticos viejos que ayudan a que la carretera sea más silenciosa y resistente. Por la autovía circularán 20.500 vehículos diarios, según la Consejería de Transportes. El recorrido enlaza los municipios de Fuenlabrada, Moraleja de Enmedio, Humanes de Madrid, Griñón y Serranillos del Valle, y beneficiará a sus 215.000 vecinos. Muchos de sus conductores tenían que atravesar poblaciones enteras para llegar a la M-50.

"Hemos perdido hasta una hora en cruzar [de Griñón] a Fuenlabrada pero eso se acabó", explicó ayer el alcalde de Griñón, José Ramón Navarro, en la inauguración institucional, en la que la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, fue la encargada de cortar la cinta. El tramo permitirá "desviar el tráfico de nuestras urbanizaciones y calles y sacar los camiones", añadió Navarro.

El alcalde de Fuenlabrada, Manuel Robles, aprovechó la presencia de Aguirre para solicitar un tercer carril en la M-409 que une su municipio con Leganés. "Llevamos 18 meses para construir 400 metros que solucionarían importantes retenciones de tráfico", explicó Robles.

La nueva autovía, que ha costado 70,2 millones de euros, es una concesión administrativa a las empresas FCC y Carrión. Será financiada mediante peaje en la sombra, un canon anual que varía en función de los vehículos que usen la carretera. Como máximo serán cinco millones anuales a pagar durante 20 años. Eso significa que las constructoras pueden llegar a ingresar 100 millones de euros por una infraestructura por la que han pagado casi 30 millones menos.

La nueva autovía forma parte del proyecto REDSUR, una propuesta incluida en el programa electoral de Esperanza Aguirre para "descongestionar el sur". Incluye una malla de 98 kilómetros distribuidos en 10 carreteras. De momento, han abierto tres. La ampliación de la M-407, la M-419, que beneficia a los polígonos industriales de Humanes y Griñón, y la variante suroeste de San Martín de la Vega.