Castells pide la unidad de todas las fuerzas políticas para negociar la nueva financiación

El consejero catalán de Economía, Antoni Castells, aprovechó ayer el debate parlamentario sobre los Presupuestos de la Generalitat para 2007 para reclamar la "unidad de todas las fuerzas políticas" en la negociación del nuevo modelo de financiación autonómica. "No será fácil, como a nadie se le escapa", advirtió Castells, que también exigió lealtad a la Administración central. CiU ofreció su apoyo con condiciones: que el Ejecutivo catalán se desmarque del PSOE, que defienda lo que dice el Estatuto y que no se negocie en el marco del Consejo de Política Fiscal y Financiera.

El diputado convergente Antoni Fernández Teixidó puso en duda la voluntad de diálogo y entendimiento del Gobierno catalán. "La prueba del algodón será ver cuántas enmiendas aprueban ustedes de las 1.114 que ha presentado CiU: cero", retó el diputado al consejero Castells.

El pleno del Parlament rechazó ayer, con los votos de los grupos parlamentarios que apoyan al Gobierno que preside José Montilla (PSC, ERC y ICV-EUiA), las enmiendas a la totalidad presentadas por la federación nacionalista, el PP y el Grupo Mixto.

El modelo de financiación es un "objetivo prioritario" del Gobierno de Cataluña y será el asunto "clave de los próximos meses", aseguró Castells, tras exponer ante el pleno de la Cámara las cuentas del sector público catalán para 2007. La Generalitat gastará este año 32.219 millones de euros, el 8,5% más, pese a un modelo de financiación que tiene "notables carencias", dijo el consejero.

El Estatuto da un plazo de dos años, tras su entrada en vigor, para pactar un nuevo mecanismo de solidaridad entre territorios. El término expira en agosto de 2008. El consejero de Economía recordó que, de acuerdo con el texto estatutario, el nuevo modelo de financiación deberá proporcionar más recursos, más capacidad de decisión sobre los impuestos y unos mecanismos de solidaridad que no penalicen a las comunidades que, como Cataluña, "pagamos más impuestos". La aplicación de estos criterios "supondrá un salto cualitativo respecto al actual", reiteró Castells.

Las palabras de Castells picaron a los artífices del modelo de financiación vigente: CiU y el PP. Ambos pidieron al consejero que reconozca las virtudes del modelo actual. Le espetaron que, si el presupuesto ha pasado de 18.500 millones de euros en 2003 a los 32.000 millones de ahora, es gracias al modelo pactado en 2001, "extraordinariamente bueno", a juicio del líder del PP en Cataluña, Josep Piqué, y que ha aportado "8.000 millones más", agregó Fernández Teixidó. Castells replicó que, con el modelo anterior, el aumento de recursos "hubiera sido similar".