El maestro
Tarde de maestros: el César Rincón, el mejor torero colombiano de todos los tiempos, se despedía de Sevilla; Ponce: más de dos décadas arriba del escalafón; Cortés: cuatro orejas un día de la pasada feria. Venga, la pastilla.
Salieron los Torrestrellas variados de peso, aunque parejos (tres en 490 y tres en 560, flojísimos los tres primeros, toreables los últimos).
Con breve temblor en una mano, espeso tras la vara, recibió Rincón en su despedida una ovación -fría y breve- tras su último brindis en la Maestranza. Y en el tercio el toro cantó el equipaje que traía desde que salió: una debilidad que imposibilitó la embestida.
Chicharro, el 4º, cojo ostensible, inventó una aceptable acrobacia tirándose en plancha al centro del anillo, que no fue del gusto del presidente que lo echó.
Torrestrella / Rincón, Ponce, Cortés
Toros de Torrestrella; flojos, bueno el sobrero que salió por el 4º y nobles 5º y 6º. César Rincón: caída (silencio); pinchazo y estocada recibiendo (2 orejas). Enrique Ponce: media (silencio); estocada (saludos ovación). Salvador Cortés: estocada (palmas); caída (saludos). Plaza de La Maestranza, 24 de abril. (12+1)ª corrida de abono. Lleno de no hay billetes.
Ventisco, el sobrero, embestía al capote y recibió verónicas que nos despertaron del sopor. Picó bien Leiro, parearon con oficio Montoya y Saugar, y se encendieron las esperanzas y los focos de la plaza. El maestro, en tablas, se dobló con él, casi rodilla en tierra; se fue al platillo, lo citó de frente, desde lejos, cargó, abrió el compás, puso de acuerdo brazo y cintura, y empezó a llevárselo en la muleta como a un perro amaestrado. Por la derecha, por la izquierda... Toreo muy caro, carísimo; toreo de antes, de siempre, toreo de verdad. Cuando más centrado estaba, le dudó el bicho en la izquierda, lo aguantó El César y se lo llevó en los cuernos como a un pelele. Corrieron toreros y peones a por el cuerpo inerte y allí despertó de la conmoción, empeñado en torear. No lo pudieron disuadir y, sobreponiéndose al tambaleo, le dio una serie para las lágrimas. Y otra más de maestro, con la plaza en pie. Desde un burladero otro torero le arrojó, enloquecido, la montera y cuando se adornó con una giraldina y ayudados de ensueño, nos temblaba la entraña ante la visión desnuda de un torero. Le pinchó recibiendo y lo estoqueó recibiendo, y los pañuelos, húmedos de emoción, reclamaron dos veces al del presidente.
El primero de Ponce perteneció a la gama de los tullidos -y eso que acudió al caballo, donde Quinta, sin barrenar, lo picó arriba- y en el quite por delantales las premoniciones fueron fatales. Tras un pareo de J. Tejero de frente, llegó a la muleta y en la primera suerte se oyó un generalizado Buuuh de fastidio cuando se quedó. Enrique, haciendo oídos sordos, anduvo un rato haciendo insustancial toreo de salón. Sin embargo, con Salmonete, el 5º, pudo lucirse más. Capotes, puyas, quites, palos... todo iba bien hasta el último tercio, pero la faena de Rincón nos mantenía aturdidos. En la muleta -siempre planchada- Ponce lo cogió con la elegancia y el mimo hipnótico que le honra, le habló bajito y le enseño a embestir. Algo despegado, lo sacaba por fuera y llevábamos impresos en las retinas las suertes cruzadas, de frente, del colombiano, con el remate atrás; y la irreprochable estética del de Chiva, no, no sabía igual. Hasta los ayudados por bajo, las dobladas y las trincheras, que eran de cinco estrellas.
A la vista del panorama, Cortés optó por no picar al pequeño Trolero. Aún así entró -mal- acompañando los cabeceos de un saltito grácil que puso en entredicho la virilidad del totémico animal. Y al 6º, Buenafiesta, nombre ad hoc para la anochecida de esta fecha, lo llamó desde el centro y acudió presto, pero después no se lo enroscaba porque embestía cansino y con la cara algo alta. Corría el diestro bien la mano, estaba torero, aguantaba quedadas... pero la noche seguía prendida en la muleta del César de Bogotá.
LA CORRIDA DE HOY. Toros de Victoriano del Río para Miguel Abellán, Julián López El Juli y Manuel Jesús El Cid. Digital+ retransmite el festejo a las 18.30.
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