Metamorfosis del gánster
Genet nunca estuvo satisfecho con esta obra. La rehizo tres veces, le cambió el título otras tantas, y cuando la había dado por terminada y se anunciaba su estreno, la destruyó. Menos mal que su editor conservó una copia y consiguió permiso para publicarla póstumamente. Splendid's marca un final de etapa en la carrera de Genet. Como señala Mauro Armiño, su traductor, cuando iba a publicarla, en 1949, el presidente de la República francesa le condonó los años de cárcel que tenía pendientes por sus "conductas antisociales". A partir de entonces, Genet empezó a escribir para un público más amplio que el que compraba a hurtadillas sus libros de contenido homosexual.
Inspirado en un hecho real, Splendid's muestra la peripecia de siete gánsteres de poca monta, acorralados en la planta séptima de un gran hotel donde han secuestrado a la hija de un millonario. Desde la calle, la policía urge su entrega demasiado tarde: a uno de ellos se le ha ido la mano, y la chica está fiambre. Intuyendo que el asalto está al caer, los gánsteres deciden vivir ese rato de libertad como si fueran gente respetable, disfrutar del lujo por una vez en su vida: el hotel es suyo.
Splendid's
De Jean Genet. Traducción: Mauro Armiño. Con Alberto Berzal, Patxi Freytez, Israel Frías, Carlos Martínez-Abarca, Daniel Ortiz, Sergio Otegui, Helio Pedregal, Joseba Pinela, Antonio Zabalburu. Música: Mariano Díaz. Luz: Francisco Leal, Óscar Sainz. Escenografía: Ricardo Sánchez Cuerda. Dirección: José Carlos Plaza. CDN. Madrid. Teatro Valle-Inclán. Hasta el 3 de junio.
Genet habla de la inversión de roles, de la fina línea que separa el bien del mal, del daño que esconde la virtud y de la santidad del crimen. Un policía que se pasa al bando de los secuestradores ejemplifica esa reversibilidad del sistema de valores. José Carlos Plaza, director del espectáculo, no acaba de cogerle el pulso. Ni la interpretación, casi naturalista, ni la música de jazz subrayando las situaciones están en el estilo del texto. El movimiento anda todavía falto de limpieza, y tampoco la escenografía, un hotel que parece destruido por alguna guerra, va a favor de la obra. Entre los actores, sobresale Helio Pedregal, por fin con un papel que le va como anillo al dedo.
Babelia
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