Salario mínimo para las mujeres cuidadoras
En relación a la Ley de Dependencia, saludamos la propuesta de remunerar con 561 euros a los cuidadores de familiares con discapacidades, de los cuales 83% son mujeres. Sin embargo, destacamos las siguientes preocupaciones:
El sueldo propuesto es sólo el 91% del salario mínimo (después de las deducciones de Seguridad Social, etcétera) aunque se reconoce que las personas con un gran nivel de discapacidad necesitan cuidados las 24 horas del día. ¿Por qué asignarle menos valor económico al trabajo de cuidado que a cualquier otro trabajo?
También, la cuantía del pago debería ser fijado en el mínimo de 561 euros y no ser una suma variable que dependerá del grado de discapacidad, porque es una jornada de trabajo no estipulada, sin límites, que incluso a familiares con niveles de discapacidad bajos puede obligar a las cuidadoras a abandonar un trabajo fuera de la casa o a cambiar de lugar de residencia.
La ley reconoce un derecho universal y, por tanto, las ayudas deben ser universales como el acceso a la educación o la sanidad. Las personas enfermas/discapacitadas no deberían sufragar el 35% del total en función de su renta.
Las grandes inversiones públicas para establecer la ampliación de los recursos para personas con discapacidades no debería acabar financiando servicios privados en empresas y residencias atendidas por mujeres autóctonas e inmigrantes mal pagadas (en el sector privado los salarios femeninos son de media un 50% inferiores a los masculinos).
El aporte vital de las cuidadoras a la sociedad y la economía nos da derecho a recibir un reconocimiento económico que refleje el valor de este trabajo y las habilidades de las trabajadoras que lo realizan. Así, permitirá la independencia económica que tanto nos merecemos y que hace falta para combatir la pobreza, la violencia y la desigualdad salarial entre mujeres y hombres.
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