Un 'bombardeo poético' recuerda en Tàrrega la Guerra Civil
Del cielo de Tàrrega (Urgell) llovieron ayer 50.000 poesías para condenar los bombardeos de la Legión Cóndor al servicio de Franco contra la población durante la Guerra Civil. El acto cultural y pacifista, suspendido el pasado día 5 por la lluvia, ha servido para recordar la fecha del primero de los seis bombardeos que sufrió la ciudad en el mes de abril de 1938, en los que perdieron la vida 49 personas, aunque diversas fuentes elevan la cifra a 80 muertos.
El denominado bombardeo poético es una actividad que se inició el año 2001 en Santiago de Chile para denunciar el golpe de Estado de Pinochet contra el Gobierno de Salvador Allende. El testimonio de aquella acción organizada por la revista Casagrande, que acoge a un colectivo de artistas, lo recogieron después ciudades como Dubrovnik en Croacia (agosto del 2002), Gernika en el País Vasco (agosto del 2004) y el último en Granollers el 31 de mayo de 2006, siendo Tàrrega la quinta ciudad en ser bombardeada con poesías.
Durante la Guerra Civil, Tàrrega sufrió seis bombardeos. El primero de ellos se produjo el 5 de abril de 1938 y los otros cinco el 30 de noviembre y los días 21, 22, 27 y 31 de diciembre. La ciudad sustituyó ayer con diversos actos los proyectiles por poemas y la palabra acalló el estruendo de las bombas.
Tras la puesta del sol, la plaza Mayor de la localidad acogió el bombardeo poético que consistió en el lanzamiento desde un helicóptero de 50.000 puntos de libro que contenían los poemas escritos por los alumnos de 10 escuelas de la ciudad y personas de un centro de jubilados. El autor más joven tiene tres años. Entre todas las composiciones destacó un poema visual realizado con la palabra pau.
Sirenas
Con anterioridad sonaron de nuevo la sirena de la fábrica de Cal Trepat y la campana La Bou de la iglesia parroquial, al igual que lo hicieron en 1938 para avisar de la llegada de los aviones alemanes de la Legión Cóndor.
Esta lluvia de versos, llena de simbolismo, forma parte del programa de la Memoria Histórica impulsado por el Consistorio targarino con la voluntad de denunciar el horror de las guerras y homenajear a las víctimas.
El acto también contó con un recital poético con la paz como tema central, amenizado por música de jazz, y con el testimonio directo de algunos de los supervivientes de los bombardeos de la época de la Guerra Civil, como el de Montserrat Grau, que sólo contaba 12 años cuando resultó herida por la metralla de un proyectil lanzado por los aviones durante uno de los bombardeos franquistas. En la actualidad, Montserrat Grau vive en L'Hospitalet de Llobregat.
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