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Entrevista:MARTA LÓPEZ CAMACHO | Representante del movimiento Ni Putas Ni Sumisas

"Si solucionas los problemas de la mujer, solucionas los demás"

Marta López Camacho (Sevilla, 1981) es licenciada en Ciencias Políticas y Sociología y responsable de relaciones internacionales del movimiento Ni Putas ni Sumisas (www.niputesnisumises.com), surgido hace cuatro años en los barrios de inmigrantes magrebíes de Francia para luchar contra la opresión de las mujeres. López Camacho, quien reside en París, acudió ayer a Bilbao para impartir la conferencia El conflicto de identidades, dentro de un ciclo de debates feministas organizados por el Ayuntamiento.

Pregunta. ¿Qué le llevó a interesarse por Ni Putas Ni Sumisas?

Respuesta. Fui a Francia para terminar mis estudios y allí conocí el movimiento. Me atrajo fue el carisma de su presidenta, Fadela Amara, que habla con una gran claridad de la realidad. Es una persona muy presente en la política francesa, porque lo que hacemos nosotros es política, política social.

"Si al inmigrante no se le dan los instrumentos de la democracia, no hay integración"

P. ¿Qué le atrajo de este movimiento?

R. Que era feminista mixto, que lucha por una igualdad, pero con los hombres. Y los valores que reivindica para todos, los de la democracia: laicidad, integración e igualdad.

P. Y ayudan a la inmigración.

R. Trabajamos con los sectores excluidos, y en ellos quienes tienen la peor situación son las mujeres. Nuestra idea es que si tú trabajas con los problemas que tiene la mujer, solucionas los problemas colaterales. Pero Ni Putas Ni Sumisas parte de una idea de universalismo, que no hace distinción entre la procedencia o la religión. Todos somos franceses y todos tenemos que tener los instrumentos de la democracia de la República francesa. Si la integración no se hace dándoles a los inmigrantes los instrumentos de la democracia y los instrumentos políticos, no funciona. Hay que partir de las personas, no de su origen o de su religión, y darles los derechos de la ciudadanía.

P. ¿Hay en Francia una regresión en la situación de la mujer musulmana?

R. Hay una regresión fundamentalista, que no sólo es religiosa, sino también política y social. El problema es que no nos damos cuenta de que el fundamentalismo no es la religión musulmana, no es el Islam; es la utilización política que se hace del Islam.

P. ¿Existe un feminismo musulmán?

R. Yo creo en un feminismo universal.

P. Su movimiento influyó en la polémica por el uso del velo.

R. En que se suprimieran los símbolos religiosos de las escuelas. El velo no es una elección; hay una presión de la familia y del barrio. Se ve perfectamente en las niñas de 10 años que llevan el velo y son francesas: es la comunidad la que la presiona para que lo lleve. Una niña de 10 años no tiene capacidad de elegir.

P. En España se hace la comunión.

R. Es que ése también es un fundamentalismo religioso. Es importantísima la laicidad, separar la política y la religión.

P. ¿Cómo una persona nacida y educada en Francia no ha adquirido los mecanismos para no ser manipulada?

R. Porque existe la exclusión. Son ciudadanos franceses que no han tenido esa laicidad que proclama el Estado francés. Y, además, están obligados a estudiar en su barrio, por lo que no han podido mezclarse con otros ciudadanos. Cuando existe un barrio sólo para inmigrantes, ¿qué pesa más, la escuela o la comunidad y la familia?

P. Ha hablado en Bilbao sobre el conflicto de identidad.

R. El Estado ha olvidado hacer ciudadanos franceses. Yo trabajo con niños nacidos en Francia que si les preguntas de dónde son te dicen "de Mali", y no es así. Son luego jóvenes con un conflicto de identidad, que no se sienten franceses, porque no se les han dado los mecanismos, pero tampoco tienen un país de origen. Y son atrapados por los fundamentalismos, que les dan un sentimiento de pertenencia.

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