Todos los sindicatos piden a Interior que readmita a los 'mossos' imputados
Las asociaciones rechazan que el detenido sufriera malos tratos
Los sindicatos de los Mossos d'Esquadra -SPC, UGT, CC OO, APPAC y CAT- pidieron ayer de forma unánime la readmisión de los cuatro mossos imputados por maltratar a un detenido en la comisaría de Les Corts de Barcelona. El Departamento de Interior decidió suspender a los agentes de empleo y sueldo tras visionar las imágenes de la supuesta paliza, grabadas con cámara oculta. Los sindicatos no ven delito alguno en la actuación de los policías, que a su juicio fue "profesional".
Sólo dos días después de que Interior anunciara públicamente el caso de la presunta agresión de cuatro policías -un cabo y tres agentes, dos de ellos en prácticas- sobre el detenido Rubén Pérez Marcos, los responsables de los sindicatos policiales tuvieron oportunidad de ver el vídeo inculpatorio. Lo hicieron un par de veces, acompañados por el subdirector de recursos humanos del departamento, Ferran Daroca. No hubo comentarios ni discusión.
La grabación, sin sonido, dura unos dos minutos. La calidad de la imagen es óptima, aunque aparece a una velocidad anormal, como a trompicones. Sea como fuere, la interpretación que los sindicatos extraen del vídeo es unívoca: el detenido, que exhibe una "gran agresividad", trata de agredir en primer lugar a uno de los agentes. "Parece que [Rubén] estuviera bajo los efectos del alcohol o de alguna otra sustancia", explicó el secretario general del Sindicato de Policías de Cataluña (SPC), David José Mañas. Ante la presunta actitud hostil del arrestado, los cuatro mossos se abalanzan sobre él y utilizan "la fuerza mínima imprescindible" para mantenerle bajo control.
Fuerza "justificada"
"Es verdad que uno de los policías le da una patada, pero en ningún momento el detenido es víctima de una paliza, como se ha dicho", añadió Mañas. A juicio de los sindicatos, la violencia de la escena está "justificada" en el contexto de la labor policial, que "en ocasiones no es fácil ni agradable", señaló el secretario de acción sindical del Sindicato Autónomo de Policías (SAP-UGT), Valentín Anadón.
"Los agentes denunciados no son los mismos que practicaron la detención, por lo que no podían tener una animadversión previa hacia el detenido", resaltó Anadón. Según el SAP-UGT, el Departamento de Interior "se ha precipitado" y eso ha ocasionado "un juicio paralelo". En ese sentido, el Sindicato de Mossos d'Esquadra de Comisiones Obreras (SME-CC OO) recordó, a través de un comunicado, la "obligatoriedad de todo el mundo de respetar la presunción de inocencia de los compañeros".
Los sindicatos insistieron en la necesidad de que los cuatro policías vuelvan a ocupar sus puestos de trabajo "hasta que haya una resolución judicial firme", apuntó Òscar Juarranz, del CAT. "¿Qué ocurre si luego resulta que son inocentes? ¿Quién les va a resarcir?", se preguntó Juarranz.
Hace unos días, tres de los cuatro agentes acudieron a declarar ante la titular del Juzgado de Instrucción número 8 de Barcelona, que investiga el caso. Están acusados de atentar contra la integridad moral del detenido, un delito incluido en el título sobre torturas del Código Penal.
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