Ségolène Royal presenta a Zapatero como referente político en el cierre de la campaña
La candidata socialista elogia en un mitin en Toulouse el modelo español de reformas y eficacia
Ségolène Royal tomó ayer como modelo de buen gobierno, ejemplo de visión de futuro y referente político al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero. Probablemente, en algún momento el líder socialista debió incluso sentirse abrumado ante tanto elogio. En su último mitin de campaña, en Toulouse, la ciudad del sur de Francia que más exiliados republicanos españoles acogió, la candidata socialista se dio un baño de multitudes de la mano de Zapatero y prometió una Francia "nueva". "José Luis, ¿ves aquí a un pueblo en declive?", le preguntó. "No", coreó el público
Royal y Zapatero entraron en el pabellón del parque de exposiciones de Toulouse uno al lado del otro, caminando lentamente -ella de blanco, él de oscuro- entre las aclamaciones de 10.000 personas totalmente entregadas. El jefe del Ejecutivo español subió al escenario en medio de una gran ovación y recordó, de entrada, la presencia española en esta ciudad, agradeció la acogida que sus gentes dispensaron a los exiliados republicanos después de la Guerra Civil. "España debe mucho a estos compatriotas que desde aquí dignificaron nuestro país", dijo.
"Ségolène ha demostrado compromiso con su gente y un compromiso con las ideas socialistas, unas ideas más vivas que nunca, las que ofrecen mejores fórmulas para renovar el presente y preparar el futuro. Ségolène representa el ímpetu personal, la frescura de ánimo y el optimismo", dijo Zapatero, para añadir que la candidata "se dispone a dirigir antes que mandar, representa otra forma de ser y se dispone a hacer realidad otra forma de gobernar". Y afirmó que "encarna las promesas de éxito de la socialdemocracia", para lanzarse a continuación a una encendida defensa del modelo socialdemócrata, tal vez para intentar -a su manera- empujar al Partido Socialista francés (PS) en esta dirección.
Por eso, cuando hablaba de "protección y flexibilidad" en el trabajo, más de uno de los dirigentes socialistas presentes debió sentirse incómodo. Porque si es cierto que Royal, en los comienzos de la campaña, pareció querer despegarse un tanto del dogmatismo tradicional de la izquierda francesa, en la recta final, probablemente obligada a asegurarse los votantes de izquierdas en la primera vuelta, ha abandonado cualquier referencia a la "flexibilidad".
Sin embargo, cuando Zapatero se lanzó por la vía de los derechos ciudadanos, de la igualdad, de los principios de equidad republicana y de la democracia participativa, sí que encontró las esencias que configuran el fenómeno Royal. Y la sala del Palacio de Exposiciones de Toulouse se le entregó coreando de forma atronadora su nombre durante varios minutos.
"Francia avanza"
"Cada vez que un trabajador de Burdeos reparte una octavilla del PS, Francia avanza", dijo Zapatero. "Cada vez que una profesora sale de su escuela en París a pegar carteles, Francia entera se mueve", añadió. "Europa espera a la Francia innovadora, competitiva, valiente. España se siente muy cerca de Francia. Ségolène es el futuro", concluyó.
La entrada en escena de la candidata fue espectacular. Royal recordó a los republicanos españoles, que, dijo, "eran extranjeros, inmigrantes, sabían mucho del amor a la patria y del compromiso internacionalista". "La historia ha sellado una alianza indestructible entre ellos y nosotros", añadió, y recordó también a los maquis, "a los que cruzaban los Pirineos". "La España de hoy es una democracia sólida y tú eres un socialista del siglo XXI", dijo Royal al inicio de su larga apología de Zapatero, que ocupó casi la mitad de su discurso. "Creo en la acción política, en la palabra pública. Tú eres el que mantuvo su palabra y respetó su promesa retirando las tropas españolas del avispero iraquí".
La candidata socialista repasó las reformas introducidas por el Gobierno español durante esta legislatura y las tomó como ejemplo. Prometió, por ejemplo, emprender una descentralización "a la francesa" para conseguir una mayor eficacia del servicio público. Recordó "la lucha contra el machismo", la ley contra las violencias de género, la ley de dependencia, el liderazgo español en el campo de las energías renovables y le dijo: "Has tenido el valor de hacer la reforma del matrimonio homosexual. España ha reforzado las solidaridades fundamentales, el progreso social y la eficacia económica", y acabó citando a Federico García Lorca, "asesinado por las milicias fascistas".
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