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Operación policial contra el blanqueo de diner

Los tres notarios detenidos no comunicaron sospechas sobre la firma clave del blanqueo

Anticorrupción investigó despachos de abogados en Marbella y Ámsterdam simultáneamente

Marbella cuenta con 10 notarios en activo, tres de los cuales fueron detenidos el martes en el curso de la Operación Hidalgo contra el blanqueo de capitales. Ninguno de los tres comunicó sospecha alguna acerca de las operaciones efectuadas por la firma Santa Ana 1, asociada al despacho de Cruz-Conde, según fuentes judiciales. De dicha empresa nacen cientos de sociedades que forman la presunta trama de lavado de dinero procedente del crimen organizado. Un fiscal español, Francisco Jiménez Villarejo, estuvo presente en el registro de un despacho de abogados en Ámsterdam (Holanda).

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Dos años después, las similitudes entre la Operación Ballena Blanca y la Operación Hidalgo (que inicialmente arrancó en el nombre de Operación Montecristo) parecen evidentes, tanto es así que en ambos casos se produjo la detención de tres notarios, dos de ellos coincidentes. Los expertos muestran su sorpresa por el hecho de que, a la vista del precedente del caso Ballena Blanca, se haya podido reproducir un esquema muy parecido, basado en la creación de un número ingente de sociedades, sin que haya despertado la sospecha de los notarios, que están obligados por ley a comunicar a las autoridades cualquier operación que resulte sospechosa. Según fuentes jurídicas, no ha sido este el caso de los tres detenidos, que no comunicaron ninguna incidencia relacionada con la firma Santa Ana 1, de donde arranca buena parte de la trama que ha dado lugar a la operación policial.

El Consejo General del Notariado emitió ayer una nota en la que manifestaba que los "tres notarios presuntamente relacionados con la denominada Operación Hidalgo han venido colaborando con este Órgano Centralizado desde su creación en la detección de operaciones con riesgo de estar vinculadas al blanqueo de capitales. Dichos notarios han cumplido con sus deberes mediante la debida confección del Índice Único Informatizado, que contiene los datos de todas las escrituras que autorizan. Además, cada uno de ellos ha comunicado diversas operaciones de riesgo, algunas de las cuales, tras su análisis por este Órgano, fueron remitidas a las autoridades competentes en esta materia".

La nota no especifica si alguna de las operaciones comunicadas tenía alguna relación con la sociedad Santa Ana 1, objeto central de la investigación policial. Se da la circunstancia, además, de que una de las notarías tenía su domicilio en el mismo edificio donde estaba radicada la sede social de Santa Ana 1.

La citada empresa gestionaba cientos de sociedades con un mismo procedimiento: adquiriendo el 1% de las acciones de las compañías tapaderas. Ese 1% le permitía ordenar todo tipo de operaciones sin que lograra conocerse la verdadera identidad del propietario mayoritario de dichas compañías. En la práctica, por tanto, Santa Ana 1 actuaba en España como propietaria de cientos de empresas.

En el esquema descubierto por la policía aparece una relación muy estrecha con un despacho de abogados domiciliado en Ámsterdam (Holanda). "Las relaciones eran tan intensas, las entradas y salidas de capitales eran tan frecuentes que era lógico suponer que ambos despachos actuaban coordinadamente", especificó una fuente judicial. El dinero se lavaba en España y posteriormente, en algunos casos, regresaba a su origen a través de paraísos fiscales, fundamentalmente radicados en las Antillas Holandesas.

Operación en Holanda

Por dicho motivo, la Operación Hidalgo comenzó a la misma hora en dos puntos de Europa, Marbella y Ámsterdam, donde se procedió al registro coordinado de ambos despachos para evitar la fuga de documentación. Para ello, uno de los dos fiscales anticorrupción instalados en la Costa del Sol, Francisco Jiménez Villarejo, se desplazó a la capital holandesa para presenciar in situ las operaciones policiales. El otro fiscal, Juan Carlos López Caballero, siguió las actuaciones efectuadas en Marbella.

La Operación Hidalgo arrancó nada más concluir la Operación Ballena Blanca. Por entonces, otoño del año 2005, la UDEF (Unidad Delincuencia Económica y Fiscal) disponía de información acerca de las actuaciones de algunos despachos de abogados en Marbella, entre otras cosas porque había clientes relacionados con Ballena Blanca que utilizaban los servicios de otros despachos de abogados. A partir de algunos cabos sueltos, la unidad policial encontró indicios para sospechar de algunas actuaciones del despacho Cruz-Conde. La diferencia estaba en que dicho despacho tenía mucho más renombre y clientela que el de Fernando del Valle.

La estrategia de Cruz-Conde, según la información disponible, ha sido más sofisticada que la practicada en su día por Fernando del Valle, según explican en la Fiscalía Anticorrupción. En el caso de la Operación Hidalgo, las detenciones se han limitado a tres notarios, seis abogados y diez clientes. El número de detenciones en la Operación ballena Blanca fue superior. En aquella ocasión, el 12 de marzo de 2005, la operación arrancó con 40 detenidos. La causa fue muy simple:una buena parte de los empleados del despacho Del Valle Asociados, entre ellos secretarias y personal auxiliar, figuraban como administradores de cientos de sociedades.

Ballena Blanca, Malaya e Hidalgo han sido las tres grandes operaciones con epicentro en Marbella. Hasta el momento, suman casi 200 detenciones.

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