Los grandes productores citrícolas crean una central de compras para fijar el precio

La Central de Ventas Citrícola (Ceven), una sociedad impulsada por grandes productores citrícolas que empiezan a sufrir los problemas que arrastran los pequeños agricultores, se presentó ayer en Valencia como una empresa de servicios que aspira a concentrar un volumen de oferta suficiente como para fijar precios de referencia en el campo. Damián Cuartero, presidente y portavoz de Ceven, aseguró que la empresa ya concentra una producción de 300.000 toneladas de cítricos y aspira a alcanzar el medio millón de toneladas en breve, un 8% de la producción española.

"La cesión de fruta sin precio a los operadores comerciales es un fracaso"

Cuartero, un gran productor citrícola de Murcia, anunció un inmediato convenio con la Universidad Politécnica de Valencia para encomendar al catedrático Vicente Caballer la organización de un observatorio que establezca los precios de referencia de los cítricos en el campo y que siga su evolución día a día.

"La cesión de la fruta sin precio de los productores a los operadores comerciales", explicó Caballer, "la denominada venta a resultas o a comercializar, es un fracaso", puesto que los operadores comerciales sólo liquidan a los agricultores una parte de los beneficios que obtienen, si los obtienen. De hecho, el catedrático atribuyó a esa práctica el grueso de los problemas que atraviesan los productores de cítricos.

El objetivo de Ceven es, precisamente, "fijar el precio de referencia, el precio que se nos ha negado en los últimos años", sentenció Cuartero. "Para marcar un precio como para cualquier otro producto de los que se gestionan en un mercado de libre competencia, nuestra única herramienta es la concentración de la oferta", añadió.

Ceven aspira a jugar el papel encomendado a las cooperativas agrarias, entidades que tiene por ley la potestad de fijar los precios en origen de los productos agrícolas. Y pretende acumular la fruta de los productores de Andalucía, murcianos y la Comunidad Valenciana.

Cuartero dijo que la mayor explotación citrícola produce un cuarto de millón de toneladas, sobre una producción total en España de seis millones. Aseguró que Ceven gestionará pronto medio millón de toneladas y aspira a acumular la mayor cantidad posible ante la próxima temporada.

El único requisito para asociarse a Ceven es "la calidad del producto", según avanzó Cuartero. Los promotores de la central de compras han desembolsado 1,2 millones de euros para constituir la sociedad. Próximas ampliaciones de capital abrirán la puerta a otros socios.

El portavoz de Ceven evitó ser explícito en torno a la estrategia de la sociedad para sostener un precio de referencia de los cítricos en el campo, sólo deslizó que la empresa elabora grandes campañas de comunicación para explicar a los consumidores que si aspiran a consumir naranjas y clementinas de calidad deben asumir un precio.

La central de compras parece dispuesta a "estudiar fórmulas" para incorporar a las cooperativas agrarias. Cuartero auguró, además, que los productores asociados a Ceven nunca pagarán a la central de compras cantidades superiores al corretaje que exigen los operadores comerciales en la actualidad y que ronda el 5% de las ventas.

Caballer, por su parte, indicó que los precios mínimos para una explotación eficiente, con una extensión mínima de tres hectáreas y capaz de producir 36.000 kilos por hectárea, rondarían los 22 céntimos por kilo de naranjas y los 36 céntimos por kilo de clementinas. Las estimaciones del ingeniero agrónomo desbordan los precios mínimos que exigían la Asociación Valenciana de Agricultores y Unió-COAG cuando se mostraban dispuestos a convocar una huelga de productores el pasado mes de diciembre.

Ceven abrirá una oficina en la Ciudad Politécnica de la Innovación, donde residirá el observatorio de precios. Cuartero entregó una placa de plata a Francisco Mora, vicerrector y responsable de la Ciudad Politécnica de la Innovación, que espera recuperar con un precio de referencia grabado.

Ceven, como Zumavesa, la sociedad que levanta la mayor fábrica de zumos de Europa en Sagunto, representa una iniciativa empresarial de calado para combatir la crisis del sector al margen de "los parches que, a veces, pone la Administración", en palabras de Caballer.