Cientos de miles de personas se manifiestan en la capital de Turquía en defensa del Estado laico
Centenares de miles de personas salieron ayer a las calles de Ankara, la capital de Turquía, para defender el Estado laico y mostrar su rechazo a una eventual candidatura presidencial del primer ministro, el islamista moderado Recep Tayyip Erdogan.
La presentación de candidaturas para los comicios de mayo comienza mañana, y si bien Erdogan aún no se ha pronunciado, gran parte de la población cree que formalizará su participación en los próximos días.
Enarbolando banderas turcas y retratos de Mustafá Kemal, Atatürk, el fundador de la moderna república, los manifestantes corearon consignas como "Cankaya [el palacio presidencial] quiere seguir siendo secular", "El camino a Cankaya está cerrado a la sharia [ley islámica]" o "Turquía es y será siempre laica". La multitud, llegada de todo el país, inundó cuatro arterias de la capital hacia la plaza Tandogan, y de ahí marchó al imponente mausoleo de Atatürk.
Erdogan procede de las filas islamistas, pero se define como un "demócrata conservador". El combate a la corrupción le ha granjeado amplios apoyos, pero su perfil despierta el rechazo de los defensores de la laicidad, entre ellos el Ejército, verdadero poder en la sombra, que le acusa de querer islamizar el país subrepticiamente.
La marcha fue convocada por unas 300 organizaciones no gubernamentales lideradas por la Asociación del Pensamiento Kemalista, que preside el general retirado Sener Eruygur, acusado de haber planeado un golpe de Estado en 2004. Otras agrupaciones y sindicatos también contrarios a la llegada de Erdogan a la Jefatura del Estado, no quisieron participar en la protesta por considerar que no enfatizaba lo suficiente en la defensa de la democracia.
La víspera de la marcha, el actual presidente, Ahmet Necdet Sezer, advirtió que el régimen político turco corre un riesgo "sin precedentes", porque los hasta hace poco indiscutibles principios de la república secular se han vuelto materia de discusión.
"Quieren transformar Turquía en un Irán o en una Arabia Saudí", protestaba Mehlika Erecekler, maestra jubilada. "Pero no pueden porque tienen miedo del Ejército". "Ya he visto mi cuota de golpes de Estado [el Ejército ha intervenido en 1960, 1971 y 1980] y con cada uno Turquía ha retrocedido 10 años. Pero si Erdogan llega a la presidencia, retrocederemos cien años", decía por su parte una funcionaria.
Numerosos defensores de la laicidad rechazan la idea de una primera dama con velo, como sería Emine Erdogan, la esposa del primer ministro. La trabajadora agrícola Dudu Kuran decía ayer: "Erdogan explota la religión, explota el velo", convertido en símbolo del islam político.
El presidente es elegido por un mandato único de siete años por el Parlamento, donde el gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) tiene una cómoda mayoría.
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