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Un atentado causa decenas de muertos en Kerbala, el corazón religioso chií de Irak

Ataque suicida contra una estación de autobuses cercana al mausoleo del imán Husein

En la estación de autobuses de Kerbala y a unos 200 metros del mausoleo del imán Al Husein, uno de los mitos religiosos para los chiíes de Irak, un suicida hizo estallar ayer una bomba que dejó decenas de muertos. Entre las víctimas, que fuentes hospitalarias elevaron a última hora de ayer a más de 60 personas muertas y cerca de un centenar heridas, se encuentran muchas mujeres y niños. El salvaje atentado se produjo a primera hora de la mañana y se convierte en uno de los más graves dirigidos contra la comunidad chií. Otro atentado voló ayer un puente de Bagdad.

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Las autoridades sanitarias de Kerbala, una de las ciudades santas para los chiíes de Irak situada a unos 80 kilómetros al sur de Bagdad, temían anoche que el número de víctimas mortales se elevara de forma sensible, ya que entre los heridos se encuentran muchos casos de extrema gravedad. Fuentes del hospital Al Huseini, citadas por la cadena de televisión Al Iraquiya, manifestaron que entre los muertos se podían contar muchos niños. La circunstancia de que el lugar elegido para el atentado se halle en las proximidades de la estación de autobuses, de un mercado y del mausoleo del imán explica el elevado número de víctimas.

El gobernador de Kerbala indicó que el suicida "había hecho explotar su carga en los alrededores de un puesto de control que da acceso a la zona comercial de la ciudad". "Sabían bien dónde querían atentar y por eso han elegido esta zona", añadió. En Kerbala están desplegados varios puestos de control para evitar atentados suicidas.

Testigos del atentado señalaron que la policía se vio obligada a disparar al aire para dispersar a la multitud que se había congregado en los alrededores de la estación de autobuses. Horas después del atentado se registraron disturbios en las cercanías de la oficina del gobernador protagonizados por manifestantes que pedían más medidas de seguridad. La gravedad de los incidentes llevó a las autoridades a decretar un toque de queda, al tiempo que se establecieron controles en las entradas de Kerbala.

La violencia de la jornada de ayer no se limitó a Kerbala, ya que un camión bomba hizo explosión en el puente de Al Yadriya, en Bagdad, que une una barriada chií y otra suní. El ataque, que mató a unas 10 personas e hirió a un número sin determinar, se produjo en la misma semana en que otro puente de Bagdad, el de Al Sarafiya, saltó por los aires. La destrucción de estas infraestructuras simboliza el intento de terminar con la convivencia entre las dos principales comunidades religiosas de Irak: los chiíes y los suníes. Asimismo la crueldad desatada ayer viene a sumarse a los episodios violentos de una semana en la que un terrorista suicida hizo estallar una bomba en la cafetería del Parlamento iraquí, en medio de la superprotegida Zona Verde de Bagdad, que se cobró un muerto.

El recuento de víctimas de esta pasada semana pone de relieve el fracaso del plan de seguridad, puesto en marcha el pasado 14 de febrero por el Ejército de Estados Unidos en colaboración con las autoridades iraquíes. El plan prevé, entre otras cosas, la llegada de 30.000 soldados norteamericanos suplementarios y el despliegue en el mes de junio de un total de 90.000 efectivos, entre estadounidenses e iraquíes. La estrategia pasa por blindar la capital iraquí y sus alrededores para en una segunda fase extender el plan de seguridad a Mosul, en el norte, y Diwaniya, en el sur.

Un hombre yace en un hospital de Kerbala tras la explosión de un coche bomba.
Un hombre yace en un hospital de Kerbala tras la explosión de un coche bomba.ASSOCIATED PRESS
Un bombero trabaja sobre los restos de la explosión de una bomba ayer en un puente de Bagdad.
Un bombero trabaja sobre los restos de la explosión de una bomba ayer en un puente de Bagdad.REUTERS

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