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Puente aéreo desigual

Madrid es la capital y resulta extraño pensar que sus creadores tienen dificultades para darse a conocer en el exterior. Y no es así en el caso de artistas como García-Alix, Antonio Carmona o Ainhoa Arteta -algunas de las estrellas de Made in Mad-, pero en el caso de las compañías de danza o de teatro las dificultades son mayores. "Por mi cargo asisto a muchos espectáculos y es raro que no me encuentre con alguno catalán cada semana", afirmó Santiago Fisas. "Lo contrario es más raro. Creo sinceramente que hay un déficit de cultura madrileña en Barcelona. Tenemos que fomentarlo, porque paa un artista madrileño es fundamental triunfar en Barcelona"..

Lo corroboran los bailarines Ángel Rojas y Carlos Rodríguez, de la compañía Nuevo Ballet Español que el 27 presentará en el Liceo su espectáculo El alma: "Mover una compañía es muy caro y si no hay ayudas para darte a conocer no puedes permitirte el riesgo económico porque un pinchazo en taquilla cuesta mucho de recuperar".

Para Juan Carlos Pérez de la Fuente, director de El mágico prodigioso, la obra de Calderón que se presentará el 1 y el 2 de mayo en el Teatro Romea, "lo que tenemos que hacer es contaminarnos unos a otros, pero no hay duda de que la presencia de la cultura catalana en Madrid es mayor y no puede existir un éxito en el teatro sin haber pasado por Barcelona". Yllana, que con Ara Malakian presentrá PaGAGnini en el Villarroel el 30 de abril, indicó que en su caso las compañías catalanas les han apoyado y han sido también el espejo en el que mirarse, "como Tricicle".

La voz crítica la puso el empresario barcelonés Daniel Martínez, de Focus, firma que este año desembarca en Madrid. "Puede que en danza haya problemas, pero en teatro el intercambio es natural", sostiene. "Ahora mismo hay cuatro compañías madrileñas en la cartelera barcelonesa, desde el Centro Dramático Nacional hasta Arturo Fernández".

En su opinión, el problema es económico: "Mover toda una compañía es caro, hay que pagar dietas, traslados, y los empresarios tienen que asegurarse la viabilidad del proyecto. Eso provoca que se muevan más los éxitos seguros. Si se tienen ayudas oficiales el riesgo disminuye, es cierto, pero a veces algunos se escudan en estas dificultades o en la decisión empresarial, que es subjetiva, diciendo que no se les programa por la lengua. Son excusas de mal pagador para disimular que no ha interesado el espectáculo".

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