Un test para la política exterior
Los viajes de Moratinos a Cuba y de De la Vega a China son una prueba para la política exterior del Gobierno de Zapatero, que se dice comprometida con los derechos humanos. ¿Habrá una declaración inequívoca y presión diplomática a favor de las mejoras en materia de derechos humanos en ambos países? Obras son amores, y veremos si se usa la misma vara de medir en materia de derechos humanos o se anteponen los intereses económicos.
Amnistía Internacional ha denunciado la situación en ambos países. En Cuba hay 65 presos de conciencia, detenciones arbitrarias casi a diario; condenas injustas a disidentes e intimidación a opositores y 40 personas condenadas a la pena de muerte. Sí, el embargo de EE UU es injusto, pero no da carta blanca para violar los derechos humanos de los cubanos. En China, donde en 2005 hubo casi 1.800 ejecuciones y se trafica con los órganos de los ejecutados, se practica la tortura y hay restricciones a la libertad de expresión. Cuando se eligió a Pekín como sede de los Juegos de 2008, China asumió el compromiso de una mejora en la situación de derechos humanos, algo que no se ha producido.
¿Qué hará el Gobierno español? En los foros internacionales se compromete con los derechos humanos, pero en el momento de la verdad, en las cumbres bilaterales, se arruga y los derechos humanos pasan a un segundo plano. Esperemos que la vicepresidenta haya transmitido un mensaje claro en materia de derechos humanos y Moratinos haya reclamado mejoras en Cuba. España es la primera interesada porque eso redundará en mayor estabilidad, la base de la convivencia pacífica y el desarrollo. Pero hay que aplicar la misma vara de medir a todos los países. Ése es el reto de la política exterior.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.