"El Gobierno cumple un mandato parlamentario con el acto del día 22"
La dirección de Víctimas del Terrorismo, comandada por Maixabel Lasa, despliega una actividad frenética en las últimas semanas: todos sus efectivos están dedicados a contactar, una por una, a todas las familias afectadas por los actos terroristas ocurridos en Euskadi, vivan o no, como ocurre con la mitad de ellas, en la comunidad autónoma.
El objeto es invitarlas de modo particularizado al homenaje que organiza el Gobierno para el 22 de abril y que ha chocado con la oposición de los dos mayores colectivos de víctimas, la AVT y Covite y también de la Fundación Fernando Buesa. El PSE espera a conocer el manifiesto que leerá el lehendakari.
"Obviamente, cuando tomamos la decisión de ir adelante, éramos conscientes de las dificultades. No es una sorpresa, aunque no por ello deja de dolernos y lamentamos que haga gente que no venga, porque nosotros seguimos planteando un acto para todas las víctimas", dice Txema Urkijo, adjunto de Lasa. "Los destinatarios son ellas y no los colectivos, aún reconociendo a éstos toda su importancia".
El 'lehendakari' no va a tener más protagonismo que el que le confiere su condición de máximo representante institucional de la comunidad
El PP lleva cuatro años reclamando al Gobierno este acto que acordó el Parlamento y, cuando por fin se hace, le niega la credibilidad
¿Qué ha cambiado respecto al intento de hace tres años, postergado precisamente por la oposición de esas mismos organizaciones?. Para Txema Urkijo, algo esencial. "Las instituciones vascas, el Gobierno en concreto, no tenía credibilidad. No habría estado entonces en condiciones de congregar a las víctimas sin la colaboración de sus colectivos, porque no había recorrido un camino de aproximación a ellas que ahora, aunque no esté acabado, si ha cumplido un tramo suficiente como para que su mensaje sea más creíble y la respuesta, adecuada".
Tanto el PP como Covite han señalado el eventual aprovechamiento electoral, como una de sus razones. Para Urkijo, y en el caso del PP, se trata de algo "fácil de decir" y lo califica de "argumento de los de vestir el santo, que no se sostiene, porque no se usa en el caso de otros homenajes, como los que se celebran en los ayuntamientos y a los que está asistiendo ese partido. No se entiende que se diga a las víctimas que se posterga este acto de reconocimiento porque las elecciones son antes que ellas".
Otro tanto piensa del cuestionamiento del protagonismo "desmesurado" a juicio de los detractores del acto, que tendrá el lehendakari, Juan José Ibarretxe. Urkijo cree que los hechos desmentirán esos temores y que el desarrollo del acto conducirá a la conclusión contraria. "Ibarretxe no va a tener más protagonismo que el que le confiere su condición de máximo representante institucional de la comunidad autónoma".
"Las víctimas estarán infinitamente más presentes", asegura Urkijo, a través de un audiovisual, el mensaje que leerá una de ellas y la recepción de un obsequio que les está reservado. Urkijo cree que el PP busca argumentos para justificar una conducta, la de no acudir, "que igual no sería bien entendida por la ciudadanía", aventura.
Urkijo señala que se ha ofrecido a todos los grupos darles toda la información sobre los contenidos y mensajes concretos y los que se oponen al acto lo han rechazado, asegura.
"Les hemos evidenciado de que hay una voluntad real y sincera.Ellos hablan de la empatía, pero en realidad lo hacen pivotar todo sobre el organizador del acto, que es el Gobierno, porque es el que designó para esa tarea el Parlamento. Y lo hizo por unanimidad, con el apoyo del PP. Es sólo el instrumento", dice, en referencia al acuerdo alcanzado en la ponencia de Víctimas en junio de 2003. "Ese partido lleva casi cuatro años emplazando al Gobierno para que cumpla ese mandato parlamentario y cuando se va hacer, le niegan la credibilidad para ello", reprocha.
El adjunto a la dirección de Víctimas defiende la presencia de Ibarretxe como inexcusable y casi como parte de una obligación en razón de su cargo.
"Del mismo modo que habrá un personaje público que leerá un texto en representación de la sociedad civil, se va a resaltar el perfil institucional de este acto de reconocimiento, homenaje y agradecimiento. Eso debe hacerlo por lógica el máximo representante institucional de la comunidad autónoma, defiende tajante.
Urkijo se explica también en relación con la principal crítica de Covite: la falta de exigencia de justicia y aplicación de la ley en el planteamiento del Gobierno. "Este acto no aborda todo lo que tiene relación con las víctimas, sino lo vinculado con la reparación de la deuda moral e histórica que Euskadi tiene con ellas por tantos años de olvido. De justicia se ha hablado y se hablará en otros momentos, por ejemplo, en la Ley de Solidaridad", señala.
¿Les preocupa más que tampoco la Fundación Buesa quiera acudir?. "Nos preocupa igual. Lamentemos profundamente que no haya sido posible sintonizar. Entendemos que haya quien se coloque en posiciones críticas y de exigencia mayor al Gobierno, pero acudir al acto y valorar sus aspectos positivos es compatible con el mantenimiento de esas posiciones. Sentimos que se vincule una cosa con la otra y la conclusión sea no asistir".
En ningún caso se contempla suspender el acto. "Nuestra mayor preocupación en este momento es la gestión con todas y cada una de las víctimas".
