"Sale demasiado barato discriminar"

De inmigrante africana a ministra sueca de Integración e Igualdad de Género. Nyamko Sabuni (Bujumbura, Burundi, 1969) es una mujer de ademanes suaves y polémicas fuertes. Como la que levantó en la oposición al proponer que se prohibiera el pañuelo islámico (hiyab) a las menores de 15 años. Ya ministra del Gobierno de centro-derecha, esta mujer

de familia musulmana exiliada suaviza el discurso. Se limita a considerar que "no es correcto que una niña lleve velo". Desde la izquierda y el movimiento feminista critican su política de igualdad, que incluye algo tan revolucionario en el país nórdico como subvencionar la contratación de servicio doméstico "para que las mujeres puedan acceder a mejores empleos".

¿Es feminista? "Estoy a favor de la igualdad", responde risueña y escueta. "En Suecia se ha considerado que es más grave ser discriminado por sexo que por origen étnico u orientación sexual, y queremos acabar con eso", afirma Sabuni. Defiende que cualquier trato desigual es inaceptable, dado que "resulta demasiado barato discriminar", y propone mayores sanciones.

Militante del Partido Liberal (uno de los cuatro de la coalición en el Gobierno desde el pasado octubre), la ministra tiene entre sus cometidos la integración de los inmigrantes en un país donde uno de cada cinco ciudadanos es de origen extranjero. "Ellos tienen los mismos problemas que los suecos, pero los sufren en mayor medida". Cita el paro, la educación -deficiente en ocasiones- y, en algunas zonas, la seguridad personal. "Un ciudadano de un barrio adinerado que llame a un policía recibe su visita antes que si lo hace otra persona que vive en una zona de exclusión. Y eso es totalmente inaceptable", remacha. "La discriminación se hace más patente al solicitar un empleo cuando hay pocos trabajos", añade. Ella, que antaño la sintió, evita el victimismo. "Si daban el trabajo a otra persona, yo pensaba que tendría más cualificación. Las pocas veces en que me he sentido ultrajada he podido hablarlo con esa persona y resolver el problema", relata esta abogada, casada con un sueco y madre de gemelos.

Sabuni ha frenado sus polémicas iniciativas de opositora: prohibir el hiyab a las niñas y realizar exámenes ginecológicos en la escuela. "Lo dije libremente, sin intentar ser políticamente correcta ni buscar un consenso. Ahora estamos en un Gobierno con cuatro partidos", plantea. Mantiene su deseo de "eliminar los matrimonios arreglados [admitidos entre extranjeros] y convertir en delito los forzosos, ahora sólo ilegales".