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La Ertzaintza atribuye 100 robos a una banda albano-kosovar

La Ertzaintza atribuye un centenar de robos en cuatro comunidades autónomas diferentes a una banda de delincuentes albano-kosovares que fue desmantelada la pasada semana. El grupo, compuesto por seis personas, utilizaba varios pisos alquilados en Portugalete y Santurtzi como base de operaciones pero llegaba a recorrer hasta 1.000 kilómetros para cometer delitos, según los datos del Departamento de Interior.

Los delincuentes fueron detenidos el pasado fin de semana en Portugalete y Santurtzi. Uno de ellos logró huir saltando por los tejados pero fue apresado horas después cuando trataba de tomar un taxi para dirigirse en Cantabria. La operación, que se había iniciado meses atrás al incrementarse los robos en polígonos industriales del País Vasco, permitió identificar a cinco hombres y una mujer, de entre 25 y 35 años, que operaban desde viviendas alquiladas, dos en Santurtzi y una tercera en Portugalete.

Además, se localizaron tres coches utilizados para los robos, uno sustraído en la localidad asturiana de Llanes, en cuyo interior había 30.000 euros en efectivo, ordenadores portátiles, teléfonos móviles, cámaras de video e incluso series de lotería completas sustraídas en noviembre de la caja fuerte de una empresa de Burgos. La Ertzaintza encontró también las herramientas utilizadas para los robos, inhibidores de frecuencia para neutralizar alarmas y radiotransmisores para comunicarse entre ellos.

Interior comunicó ayer que la banda tenía una organización semimilitar y dos de sus integrantes fueron militares en la antigua Yugoslavia. Sus componentes se rotan con otros que conforman bandas en otros lugares, aunque funcionan de manera autónoma y con contactos para intercambiarse miembros y distribuirse los territorios donde cometer los actos delictivos. Interior reveló su funcionamiento en los robos: lo hacían divididos en dos subgrupos que se reparten el trabajo; el primero se dedicaba a neutralizar los sistemas de alarma y el segundo perpetraba el robo, accediendo a los inmuebles tras forzar el tejado, una puerta, una ventana e incluso la pared.

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