La Ertzaintza desaloja a un matrimonio octogenario para derribar su caserío

La Ertzaintza desalojó ayer a una matrimonio octogenario de Abadiño del caserío en el que residen, y que será derribado para ubicar las nuevas cocheras de Euskotren en la línea Bilbao-San Sebastián. Los agentes tuvieron que sacar de la vivienda a unas 40 personas, entre familiares y amigos en donde se encerraron.

El desalojo, que se notificó por el Departamento de Transportes a finales de febrero, se desarrolló durante casi dos horas -entre las 9.30 y las 11.20- sin ningún altercado pese a que varias personas fueron arrastradas por la fuerza por ertzainas.

Los dos mayores -Emilio Iturriagagoitia y Juli Uriarte- rechazaron la oferta del Gobierno vasco que ascendía a 213.000 euros por el derribo del caserío, de 433 metros cuadrados de superficie. Argumentan que un arquitecto técnico la valoró en 588.000 euros y que reclamaron al Departamento de Transportes una indemnización de 360.000 euros. La última oferta de la consejería la pasada semana consistió en ofrecerles una vivienda de protección oficial y 93.000 euros. Pero la rechazaron porque tendrán que esperar tres años para su construcción y luego sus familiares se quedarán sin vivienda al volver a revertir a la administración. Aseguran ahora, que siempre han buscado un acuerdo y que Transportes mantiene una postura cerrada.

La directora de Instraestructuras del Ejecutivo, Mirari Arruabarrena, ha asegurado que el Ejecutivo ha dialogado "en reiteradas ocasiones" con los afectados pero que no ha habido acuerdo por las "desorbitadas pretensiones económicas planteadas" por ellos.

Los familiares han anunciado que proseguirán su lucha en los tribunales para "compensar justamente a una familia que se verá dividida y expoliada".