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Los problemas del urbanismo

La Kutxa destina el 43% de sus beneficios a cubrir los riesgos de su negocio inmobiliario

El presidente de la caja se muestra dispuesto a "reconsiderar" las inversiones en viviendas

Mikel Ormazabal

La Kutxa ha incluido en sus cuentas una dotación de 85 millones de euros para cubrir los riesgos de las posibles pérdidas en las inversiones realizadas en el sector inmobiliario. El presidente de la caja guipuzcoana, Carlos Echepare, aseguró que las provisiones son "absolutamente prudentes", sin referirse en ningún momento a la paralización de dos importantes operaciones urbanísticas en Murcia. La entidad financiera, a través del Grupo Inverlur, tiene bloqueadas inversiones por 220 millones en las promociones de Lo Poyo y la Zerrichera. Los 85 millones que figuran como fondos de provisión suponen el 43,8% de los beneficios netos obtenidos por la caja el año pasado y el doble de la rentabilidad conseguida por Inverlur en el negocio inmobiliario.

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Echepare afirmó por la mañana en la rueda de prensa previa a la asamblea general ordinaria de la entidad que las provisiones para paliar el posible deterioro de activos resultan "prudentes" y están revisadas por la auditoría. En las cuentas de 2006 se han dotado 153 millones de euros para cubrir riesgos, de los que 85 millones son aportaciones dirigidas a posibles fracasos de Inverlur, su grupo inmobiliario. Otros 34 millones de euros se dotan contra los créditos normales a la clientela y los 53 millones restantes están vinculados a la actividad crediticia que realiza la caja en el sector inmobiliario, principalmente en Guipúzcoa.

Los 85 millones que aporta la Kutxa para hacer frente a un eventual fracaso de sus promociones inmobiliarias. La entidad guipuzcoana tiene bloqueadas inversiones por importe de 220 millones en dos grandes operaciones urbanísticas en la Región de Murcia. Ambas han chocado con la Justicia o con obstáculos medioambientales. El montante de las inversiones paralizadas supera los resultados obtenidos por la entidad en todo el pasado año: 194,1 millones.

Tras la paralización de la polémica urbanización de Lo Poyo, en Cartagena, en la que la caja invirtió 115 millones, el Gobierno murciano ha parado también la promoción de La Zerrichera en Águilas, enclavada parcialmente en una zona protegida por la UE, en la que la Kutxa participa también financieramente. En este paraje se iban a construir casi 4.000 viviendas, un campo de golf y un hotel de lujo. Uno de los socios de la caja en Lo Poyo está siendo investigado por el juez de la Opreación Malaya por su vinculación con el cerebro de la trama de corrupción marbellí, Juan Antonio Roca.

El Departamento de Hacienda y el Banco de España avisaron hace más de dos años a la Kutxa del riesgo que contraía al intervenir como promotor inmobiliario en operaciones de gran envergadura en la costa mediterránea. La inspección que la consejería de Hacienda realizó a la caja guipuzcoana a finales del año 2004 incluía una advertencia expresa ante el crecimiento de sus actividades como promotor de viviendas.

Echepare declaró a los periodistas que las dos operaciones de Murcia suponen "una parte importante, pero no sustancial" de las inversiones inmobiliarias globales que puso en marcha la Kutxa hace varios años. Dijo, sin referirse expresamente a Lo Poyo y la Zerrichera, que estas actuaciones se hallan "en manos de la Administración", que debe resolver la tramitación de los expedientes urbanísticos correspondientes.

El presidente de la entidad recordó que promociones residenciales como Riberas de Loiola, en San Sebastián, han tardado 30 años y experimentado "modificaciones sustanciales" con respecto a las previsiones urbanísticas iniciales. De esta forma quiso "desmitificar" los problemas en los que se ha visto envuelta la Kutxa en las referidas operaciones de la costa mediterránea. "Que no se inquiete nadie por los plazos. Todos los proyectos inmobiliarios tienen un proceso de maduración largo", sentenció Echepare ante la posibilidad de que los proyectos de Murcia se prolonguen más de lo esperado.

En su opinión, la Kutxa "no ha fracasado" en su estrategia inmobiliaria, de la que destacó su importancia en los periodos de acortamiento de los márgenes financieros.

Tras lanzar un mensaje de tranquilidad sobre este asunto, Echepare aseguró que la dirección de la Kutxa está "abierta a reconsiderar" sus inversiones en el sector inmobiliario. "No nos duelen prendas si tenemos que reconfigurar proyectos" para adecuarlos a "las decisiones que adopte la Administración y a las exigencias que marca la legislación".

Aclaró ante los medios informativos que la asamblea estaba convocada para aprobar las cuentas del pasado ejercicio y no para debatir sobre la política de inversiones en el sector inmobiliario. Fue en la asamblea de octubre pasado cuando el Consejo de Administración planteó a los compromisarios las líneas básicas en este ámbito. Entonces, Echepare comunicó que la caja era "ajena a cualquier operación especulativa" en Murcia.

También fijó los criterios que iban a guiar la selección de las nuevas actuaciones en vivienda. Entre estos principios, la Kutxa quiere dar prioridad a la búsqueda de nuevas promociones de "tamaño adecuado a la expansión de la caja", inferiores a mil viviendas. También se comprometió a invertir en desarrollos residenciales "para primera vivienda en localizaciones con clara capacidad de venta" y donde la caja tiene interés en implantarse. Una tercera condición que planteó a la asamblea fue dar preferencia máxima a "proyectos con desarrollo urbanístico aprobado y con inmediatez en la construcción".

La política inmobiliaria de la Kutxa recibió en la asamblea, ceelbrada a puerta cerrada, la reprobación de los compromisarios del PSE, quienes expresaron su preocupación por la situación de estas operaciones. En cambio, fue apoyada por los del PNV, EA y el PP. El representante socialista en este órgano, Ángel García Ronda, aseguró que el presidente admitió que "se han cometido errores" en algunas inversiones. García Ronda recomendó una reorientación de éstas "para que no se pierda en ningún momento la perspectiva social" de la caja.

Los socialistas expresaron su convencimiento de que los "preocupantes episodios" conocidos se podrían haber evitado si la Comisión de Control, encargada de supervisar y vigilar las decisiones del consejo, tuviese una "composición plural" y no estuviese "monopolizada por el PNV y EA".

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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