Libros para toda la familia... real

La locura que desató Gabriel García Márquez en la apertura del IV Congreso de la Lengua en Cartagena de Indias afectó a los 6.002 espectadores que acudieron a una cita que se convirtió en una coronación popular, y académica, del autor de Cien años de soledad. Seis mil dos: todo el mundo, más el Rey y la Reina.

Doña Sofía atendió, como buena lectora que es de García Márquez, al cuento en que convirtió el Nobel la historia de la escritura de su novela más famosa. El Rey, que estaba muy orgulloso del discurso que él mismo leyó, tampoco dejó escapar ni una coma del relato, ni de lo que dijo el director de la Academia, Víctor García de la Concha.

Con carcajadas, don Juan Carlos saludó una indiscreción, que fue como llamó De la Concha a la revelación de una conversación que tuvo con el Rey. Éste había recibido a García Márquez, y De la Concha le preguntó luego al Monarca: "¿Y qué tal fue la conversación?". "Muy bien. Me dijo: 'Rey, tú lo que tienes que hacer es venir a Cartagena'. Y ya en Cartagena, los Reyes se comportaron como se comportan los lectores de Gabo cuando lo tienen cerca. Al Rey se le veía feliz de su discurso y del de Gabo, y en alguna fotografía se les ve hablando, muy seriamente, "de las cosas serias que pasan en el mundo", como dijo alguien que los escuchó.

Y la Reina fue como una fan e hizo acopio de los ejemplares que pudo de la nueva edición académica, y popular, de Cien años de soledad, y los fue poniendo sobre la mesa: "Éste para mí y para el Rey. Éste para Cristina y para Iñaki. Éste para Elena y para Jaime...". Gabo los firmó con el famoso lápiz negro que le sirve para corregirlo todo.