Un bulo en tres actos
El ex director general de la Policía empezó en julio de 2004 a construir una teoría de la sospecha sin pruebas que le ha llevado a cometer un delito de desobediencia ante el tribunal del 11-M
El 4 de abril de 2004, el ministro del Interior en funciones, Ángel Acebes, se confesó: "El núcleo central del 11-M está detenido o ha muerto en el suicidio colectivo". Su rotunda afirmación tenía una base sólida. Un día antes, en un piso de Leganés, siete islamistas se habían suicidado con parte del explosivo que habían robado en Asturias y con el que habían matado a 191 personas en los trenes que cubrían el recorrido entre Alcalá de Henares y Madrid en la mañana del 11 de marzo.
Agustín Díaz de Mera, entonces director general de la Policía en funciones, acudió a los alrededores del piso de Leganés la tarde del 3 de abril acompañado de los cargos de su confianza para seguir de cerca la operación policial que acabó con el suicidio de los terroristas.
En aquel momento, Díaz de Mera y su jefe, Acebes, despejaron las principales incógnitas que tenían respecto a los autores del atentado del 11-M. Y sostuvieron en público que los islamistas habían perpetrado la matanza de los trenes.
Tres años después, Díaz de Mera tiene pendiente un proceso judicial en el Tribunal Supremo que le podría condenar a un año de prisión por mantener ante un tribunal la teoría conspirativa de una supuesta colaboración de ETA y los terroristas islamistas. Lo hizo basándose en la confidencia de un policía anónimo que le habló de un informe que nunca ha visto y del que ignora su contenido. Cuando el presidente del Tribunal que juzga el 11-M le pidió que dijera o escribiera el nombre de su confidente policial, Díaz de Mera desobedeció y se negó a colaborar con la justicia. Era más importante preservar su fuente que aportar una información que el propio Díaz de Mera considera tan relevante como para dudar de todas las investigaciones policiales y judiciales que han llevado al banquillo de los acusados a 29 personas para las que se piden miles de años de cárcel.
Desde aquel 3 de abril de 2004 hasta ahora, el ex director general de la Policía ha alimentado el bulo de la conspiración con desigual intensidad. Lo que sigue es la historia de esa confabulación en tres actos.
COMISIÓN PARLAMENTARIA. "No tengo ninguna prueba"
El 22 de julio de 2004 compareció Díaz de Mera ante la comisión de investigación del 11-M creada en el Congreso. Para entonces, la teoría de la conspiración había empezado a echar raíces con la ayuda del PP. Un informe solicitado el 13 de marzo por el secretario de Estado de Seguridd, Ignacio Astarloa, sobre relaciones entre islamistas y etarras en las cárceles (apenas seis contactos) había sido aireado para empezar alimentar el bulo.
Díaz de Mera dio explicaciones de su gestión y empezó a colocar algunas frases cargadas de sospechas sin pruebas respecto a vinculaciones entre ETA y los islasmistas. Sobre aquellas sospechas le interrogó Gaspar Llamazares, coordinador general de IU:
Llamazares: A lo largo del tiempo que usted estuvo en la investigación del caso del 11-M dígame una sola prueba que apunte a la organización terrorista ETA o a una alianza entre islamistas radicales y ETA. Sólo le pido eso, una prueba.
Díaz de Mera: Ya me gustaría a mí tenerla. No la tengo, señoría.
Llamazares: ¿Tiene algún indicio?
Díaz de Mera: Indicios, un montón. Acabo de referirme a todos esos.
Llamazares: Son antecedentes, no son indicios.
Díaz de Mera: No, perdone, señorías. Eso también son indicios y no me niego a que lo sean, algunos están...
Llamazares: Indicios o pruebas materiales o testificales a lo largo de los días 11, 12 y 13, ¿tiene usted alguno que apunte a la organización terrorista ETA o a esa alianza ETA islamistas radicales?
Díaz de Mera: Que no, señoría, que las cosas no son así de sencillas, que no se puede traducir una cuestión tan compleja a un sí o a un no. Estoy tratando de darle, no la razón, algunas razones que me hacen pensar lo que digo.
Dos años después, Díaz de Mera creyó encontrar algunas razones de su teoría de la conspiración, y las intentó airear en la cadena Cope.
ENTREVISTA RADIOFÓNICA. "Quiero hablar del informe"
Díaz de Mera acudió el 14 de septiembre de 2006 a la cadena Cope con la intención de lanzar duras acusaciones contra el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, al que acusó de ocultar pruebas de la supuesta implicación de ETA en el 11-M. Lo hizo durante una entrevista en la que se mostró intranquilo porque no le preguntaban por lo que quería publicitar:
Díaz de Mera: "Quiero hablar ahora, don Federico [Jiménez Losantos] si me lo permites, sobre el informe que yo he denunciado". Y a partir de ahí empezó a lanzar durísimas acusaciones contra el Gobierno socialista para sostener la teoría de la conspiración que apunta a la participación de ETA en los atentados del 11-M.
"Me refiero a un informe real y cierto, encargado por el comisario general de Información y elaborado por la Unidad Central de Inteligencia que ha sido ocultado al juez Del Olmo. Es un informe que contiene indicios y pruebas de esas conexiones, de las conexiones de ETA en un número muy significativo e importante. Este informe tiene un autor y una autora. Lo más razonable, en términos de conclusión, es que los contenidos de ese informe no eran los esperados, no eran los deseados. Las personas a las que se encargó esto decidieron hacer éticamente un informe real y no aceptaron, sin ninguna duda, la orientación previa, la posible resultante final. Por eso ha desaparecido ese informe. Pero este informe no se ha escrito a boli, este informe está seguramente en algún ordenador...".
Ese informe al que aludía Díaz de Mera llegó en febrero de 2006 al juez Del Olmo, firmado, como sostenía el ex director general de la Policía, por un hombre y una mujer. Hablaba sobre las supuestas conexiones entre etarras e islamistas para concluir rechazando cualquier vinculación entre ETA y el 11-M.
En aquel programa de radio, Díaz de Mera, siguió acusando sin pruebas con supuestos testimonios de policías anónimos: "A propósito del periódico EL PAÍS tengo que darles una primicia. Creo que les interesará saber que ayer recibí dos llamadas, una muy larga y otra muy corta, de los mencionados como cúpula policial del PP. Una de ellas fue prolija: 'Bueno, a ver si se para esto ya, esto no hay quien lo soporte, aquí hay una guerra entre unos y otros y nosotros estamos en medio'. La segunda llamada es la que tiene mayor significado. Casi literalmente dijo lo siguiente: 'Nos están presionando desde EL PAÍS para que sostengamos la tesis islamista".
Los dirigentes de la cúpula policial del PP a los que se refería Díaz de Mera, hablaron publicamente en la comisión parlamentaria que investigó el 11-M y todos sostuvieron "la tesis islamista" al hablar de los autores del atentado de los trenes.
EL TESTIMONIO JUDICIAL. La ocultación de una fuente
Medio año después de su acusación sin pruebas, Díaz de Mera compareció ante el tribunal que juzga el 11-M y el abogado que representa a una asociación de víctimas defensora de la teoría de la conspiración quiso saber más de aquel informe que el ex director de la Policía aireó en la cadena Cope y preguntó por el nombre del agente.
Díaz de Mera se negó a colaborar para aportar luz a la investigación del atentado más grave en la historia de España. Deberá pagar 1.000 euros y enfrentarse a un proceso judicial en el Tribunal Supremo, si el parlamento europeo aprueba el suplicatorio, por desobediencia al Tribunal del 11-M.
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