Los múltiples acentos del español
Cantautores de "aquí y de allá" se bajaron del escenario, dejaron sus guitarras, piano y zanfona, y se unieron el martes al gran debate de la lengua española que termina hoy en esta ciudad amurallada. La noche del lunes, en el concierto Y la palabra se hizo música, en una plaza del casco antiguo del corralito de piedra -así se llama a Cartagena-, con sus voces y espíritu libertario, cinco cantautores dibujaron los múltiples acentos del español. En los dos escenarios, el público se sometió paciente a largas colas para escucharlos y los aplaudió a rabiar.
La canción hispana y la sociedad globalizada fue el tema del panel. El argentino Fito Páez llegó con un texto de Janip Kureishi debajo del brazo. Leyó partes de un ensayo de este escritor de padres paquistaníes y concluyó, a manera de sentencia, que no quiere parecerse a nadie: "Me inscribo en la tradición del barrio donde nací". ¿Por qué se eligió el tema de la globalización? Para el presidente ejecutivo de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), Eduardo Bautista, la lengua española debe estar presente en este proceso; no debe dejar libre ese espacio al inglés.
El español Javier Ruibal afirmó dolido: "Nos enteramos de la música comercial, no de la que queda en la memoria sentimental, que es la banda sonora de los que la oyen"; todo por culpa de las multinacionales disqueras. La peruana Tania Libertad también protestó: "Los medios no tienen interés en la diversidad de nuestras voces". No fue la única en levantar su voz contra los medios. Lo hizo también Amancio Prada, "el más profundo de los poetas". Pero luego de su discurso, se paró frente al público y soltó en gallego un alalá de Celso Emilio Ferreiro.
Poemas y canciones
Fue un foro salpicado de poemas y canciones. El colombiano Carlos Vives puso a cantar a las 1.500 personas que atiborraron el salón más grande del centro de convenciones. Vives siempre ha alegado que hay que combatir el complejo de cantar en español. "Me gustaría que Shakira ahondara un poquito en el Magdalena y no tanto en el Misissipi" -grandes ríos de Colombia y Estados Unidos-, dijo .
Para cerrar este debate, en el que hubo llamadas a la utopía y a la rebeldía, Fito Páez se sentó al piano, y lo hizo sonar, como si lo tocara con todo el cuerpo; así lo hace siempre. Tania Libertad tomó el micrófono y su voz copó el auditorio. "¿Quién dijo que todo está perdido? / Yo vengo a ofrecer mi corazón... / Tanta sangre que se llevó el río. / Yo vengo a ofrecer mi corazón...". Una canción cargada de esperanza compuesta por Páez en medio de los peores momentos de la dictadura argentina.
Babelia
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