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Un hombre con orden de alejamiento mata a su esposa a navajazos en Castellón

La Guardia Civil encontró al agresor en estado grave tras seccionarse la yugular

María Fabra

La orden de alejamiento fue eficaz sólo durante 40 días. Un hombre de 45 años mató ayer a su esposa, de 36 años, en Burriana (Castellón) después de embaucar a uno de los hijos de ambos para que le dejara la llave de la vivienda en la que vivía la víctima, que recibió varios navajazos mientras su madre trataba de alertar a los agentes de un cuartel de la Guardia Civil próximo al domicilio. El agresor fue hallado por los guardias en estado grave tras haberse seccionado la yugular con el mismo cuchillo con el que acabó con la vida de la mujer, de nacionalidad rumana.

Los malos tratos se remontaban a años atrás y, el pasado mes de febrero, la mujer, de 36 años de edad y de nacionalidad rumana, decidió denunciarlos. El juez impuso una orden de alejamiento al marido que el supuesto asesino quebrantó ayer. Tras matar a su esposa, el hombre se seccionó el cuello con la misma arma pero fue encontrado con vida y trasladado al hospital de La Plana, donde se le intervino quirúrgicamente.

Los hechos ocurrieron poco después de las 9 de la mañana. Los hijos de la víctima, de 16 y 13 años de edad, que vivían con ella, se habían ido al colegio. La mujer se encontraba en el piso con su madre, que había llegado a España hace apenas unas semanas. Había viajado, según algunos vecinos, porque su hija le pidió ayuda y apoyo para afrontar un "complicado" proceso de separación de su marido. Tras varios años sufriendo malos tratos, tal como ella misma había relatado, decidió, el pasado 14 de febrero, presentar una denuncia contra su marido después de una agresión por la que hubo de ser atendida en el centro de salud del municipio, según fuentes de la Guardia Civil. La agresión incluyó amenazas y los agentes detuvieron al agresor, a quien el juzgado de instrucción número 3 de Vila-real (Castellón) dictó una orden de alejamiento que le impedía acercarse a su víctima.

Ayer, mientras ambas, madre e hija, se preparaban para afrontar la jornada de un martes cualquiera, el todavía marido acudió al centro en el que estudia el menor de los hijos de la pareja. Allí, según se supo después, convenció al niño para que le dejara las llaves de la vivienda ya que, según le explicó, las había olvidado y necesitaba coger algo del interior del piso. Minutos después llegó al domicilio, situado en el número 36 de la calle de Finello, un lugar muy cercano a las dependencias de la Guardia Civil en Burriana.

A partir de ese momento, los acontecimientos se sucedieron muy rápidamente. La madre de la víctima salió corriendo para pedir ayuda y llegó hasta el cuartel del instituto armado. Allí, según fuentes de este cuerpo, trató de alertar, con dificultad, ya que no domina el castellano, de la situación de peligro en la se encontraba su hija, ante el temor de que el hombre ejecutara sus amenazas. Cuando los agentes llegaron a la vivienda encontraron la puerta principal atrancada, por lo que hubieron de acceder por el patio de luces. Una vez en el interior del piso, los agentes hallaron a la mujer muerta. Su marido le había asestado varios navajazos, algunos de ellos en el cuello. Tras acabar con la vida de su víctima, él mismo se segó la yugular, por lo que la Guardia Civil lo encontró en estado muy grave.

Gritos en el piso

Algunos testigos explicaron que durante diez minutos los vecinos escucharon gritos que procedían del piso.

Tras el crimen, el Ayuntamiento de Burriana declaró un día de luto y ha convocado para hoy una concentración ciudadana de repulsa ante la violencia machista. Las órdenes de alejamiento dictadas por los jueces son trasladadas, para su conocimiento, a las fuerzas de seguridad del Estado, pero es la Policía Local de cada municipio la que ha de controlar su efectivo cumplimiento. En el caso de Burriana, una ciudad de más de 33.000 habitantes, el ayuntamiento dispone de un servicio formado por tres agentes, un oficial y dos policías, para controlar estas órdenes.

UNA ESCALADA QUE NO CESA

- En lo que va de año han muerto 16 mujeres víctimas de la violencia machista. Se investigan otros dos casos

- Sólo cuatro de las 16 fallecidas en 2007 tenían medidas de protección cuando fueron asesinadas

- Doce de las mujeres murieron a manos de su pareja y cuatro fueron víctimas de sus ex parejas

- Nueve de las asesinadas eran españolas, cinco latinoamericanas, una rumana y otra marroquí

- Hay 508 víctimas por violencia de género desde 1999

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