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El australiano de Guantánamo se declara culpable de terrorismo

Yolanda Monge

Tras pasar confinado cinco años en la base estadounidense de Guantánamo, el australiano David Hicks se declaró culpable de forma sorpresiva el pasado lunes de apoyo al terrorismo durante una audiencia celebrada en el recinto militar. El llamado "talibán australiano" es el primer hombre en ser acusado ante los nuevos tribunales militares de Guantánamo. La inesperada inculpación podría explicarse bajo un acuerdo alcanzado entre sus representantes y los militares de EE UU para que cumpla su condena en Australia.

Se ha dejado el pelo largo -para cubrirse los ojos de la luz perpetua con la que se ilumina su celda, según relatan sus abogados- y en su comparecencia portaba el uniforme caqui de los presos de buena conducta en Guantánamo.

El abogado designado por el Pentágono que le representa informó en el juicio de que su cliente se declaraba culpable de uno de los dos cargos que se le imputan -haber apoyado al terrorismo por recibir entrenamiento en un campamento de Al Qaeda y luchar del lado talibán durante la invasión de Afganistán a finales de 2001-. El juez se dirigió a él y le preguntó si eso era correcto: "Sí, señor", respondió Hicks, de 31 años, casado y padre de dos hijos.

"La forma de volver a casa"

Para el padre del detenido, Terry Hicks, lo sucedido en Guantánamo obedece a un acuerdo para que su hijo pueda salir de la isla. "Es la manera de volver a casa, sólo quiere volver a casa", declaró el padre del preso a una radio australiana. "Ha vivido durante cinco años en el infierno", informó Terry Hicks, quien prosiguió: "Creo que cualquiera en su posición aceptaría cualquier cosa que le propusieran".

Iniciada la guerra contra el terrorismo, el Pentágono confió en empezar a juzgar a los detenidos en Guantánamo en la primavera de 2002, pero el sistema de tribunales militares impuesto por la Administración de Bush en la base militar se ha enfrentado desde entonces a muchos desafíos legales.

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El mayor golpe lo recibía del Tribunal Supremo cuando en junio pasado lo declaró inconstitucional debido a defectos legales -como haber sido instaurado sin la autorización del Congreso-. Meses después, en octubre, el Capitolio promulgó una nueva ley que aceptaba de nuevo los tribunales militares, bajo uno de los cuales Hicks ha sido ahora juzgado.

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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