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El proceso de paz en Irlanda del Norte

El hombre de las dos caras

Frío y calculador, Gerry Adams militó en el IRA al tiempo que preconizaba la negociación

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Gerry Adams es conocido como "el hombre de las dos gorras", por la doble faceta que siempre presentó. Una, la del político que enarbola la vía política para solucionar el conflicto de Irlanda del Norte. Otra, la del miembro del Consejo Militar del IRA, el reducido grupo de dirigentes al frente del terrorista Ejército Republicano Irlandés.

Para algunos, eso era una hipocresía. Para otros, una de las claves del éxito del proceso de paz de Irlanda del Norte, porque el Gobierno británico sabía que lo que pactaba con él lo estaba pactando con el IRA.

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Nacido en una familia nacionalista de Belfast el 6 de octubre de 1946, Adams mamó política desde niño en casa y luego, de joven, en el pub en el que servía pintas de cerveza a una clientela formada sobre todo de políticos y periodistas. Las marchas por los derechos civiles en los años sesenta forjaron su militancia. Aunque él siempre lo ha negado, los servicios de inteligencia aseguran que pertenecía al IRA ya en 1972.

A finales de la década de los setenta empezó su emergencia en el Sinn Fein, y se hizo con su liderazgo en 1983. Tres años después, acabó con la política de abstención institucional, poniendo la simiente que luego, a partir de sus charlas secretas con el nacionalista moderado y rival político John Hume, germinaría en la negociación de paz y la firma de los Acuerdos de Viernes Santo de 1998.

Frío y calculador, primero diseñó el abandono del terrorismo, luego la manera de convertir al Sinn Fein en partido hegemónico entre el electorado, sin importarle que fuera a costa de radicalizar al unionismo y a los propios nacionalistas y retrasando con ello, quizá durante muchos años, la reconciliación entre católicos y protestantes. Su siguiente paso es aún más difícil: culminar su secreta ambición de ser presidente de Irlanda.

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