El Papa y la apostasía de la UE
El Papa afirmó ayer que la UE "apostata de sí misma" por no reconocer lo que, a su juicio, son "valores universales y absolutos", entre ellos, el cristianismo. El alemán Joseph Ratzinger vertió esas críticas en un discurso dirigido a los participantes en el Congreso de los 50 años del Tratado de Roma, que desarrolla en el Vaticano la Comisión Episcopal de la Comunidad Europea.
El Papa defendió las raíces cristianas europeas, una cuestión que el Vaticano intentó, sin éxito, incluir en el preámbulo del Tratado Constitucional. "Se trata de una identidad histórica, cultural y moral, antes que geográfica, económica o política; una identidad constituida de un conjunto de valores universales, que el cristianismo ha contribuido a forjar, adquiriendo así un papel no sólo histórico, sino fundacional en relación a Europa".
Para Ratzinger, tales valores deben permanecer como "fermento" de civilización, pues, de lo contrario, "¿cómo podría el Viejo Continente continuar desarrollando la función de 'levadura' para el mundo entero?".