Una purga oficial del pasado comunista
El proyecto de ley que dejará sin pensión a los supervivientes polacos, hoy nonagenarios, de las brigadas internacionales que defendieron la Segunda República en España, afectará también a ex funcionarios de la policía y cuerpos de seguridad y ex miembros de las fuerzas armadas de la época comunista del país. La ley suprime sus pensiones especiales como luchadores contra el fascismo.
El Instituto de la Memoria Nacional ha pedido además que se eliminen de Varsovia todos los nombres, figuras y símbolos comunistas. Entre ellos, la calle y la escuela que llevan el nombre de los brigadistas internacionales. De la persecución no se han salvado ni los héroes de guerra.
Ese mismo instituto será el que emita los certificados de las investigaciones contra las 700.000 personas que deben declarar sobre su relación con el régimen comunista que gobernó el país hasta 1989. Deben rellenar un formulario con la siguiente pregunta: "¿Ha colaborado secretamente y conscientemente con los antiguos servicios secretos de seguridades comunistas?".
Los afectados por la ley anticomunista son periodistas, funcionarios, directores y profesores de escuela y profesores universitarios nacidos antes de 1972. Un portavoz de la Comisión Europea citado por la agencia Reuters dijo que "lamentaban" esta ley.
Polonia es miembro de la Unión Europea desde el 1 de mayo de 2004. La última iniciativa que ha puesto en guardia a los socios europeos se conoció el pasado martes. El Gobierno polaco, a través de su Ministerio de Educación, prepara una legislación que impedirá hablar de homosexualidad en escuelas. El contenido de la ley no se conoce, pero el viceministro de Educación, Marel Orzecowski, fue muy claro al anunciar que pretende "castigar a cualquiera que promueva la homosexualidad" y que "los profesores que revelen su homosexualidad serán despedidos".
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