El Consell irá al juzgado tras no lograr que se pare la desaladora de Torrevieja

El Día Mundial del Agua sirvió ayer de marco para otro capítulo de la batalla del Consell contra el Gobierno. El consejero de Territorio, Esteban González Pons, explicó que la documentación entregada por la empresa pública Acuamed sobre la desaladora de Torrevieja -una de las tres más grandes del mundo- es insuficiente y exigió la paralización voluntaria de la obras, que prosiguen pese al bloqueo de un acceso por el Consell. Si no se atiende la petición, el Consell pedirá la paralización en los tribunales. Acuamed insistió en que la Generalitat no tiene competencias para detener la obra.

El consejero desgranó ayer con vehemencia en el Parque Natural de La Mata los perjuicios que en su opinión supondrá la construcción en Torrevieja de una "bomba ecológica", como no dudó en calificar la desaladora en reiteradas ocasiones. "Sólo Torrevieja emitirá el mismo dióxido de carbono que si todos los coches de la provincia de Alicante circularan por esta población al mismo tiempo. ¿No hay más sitios para construir la desaladora que en los límites del parque natural de Torrevieja?", se lamentó González Pons en una intervención en la que se mostró muy crítico con la actitud de la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, de la que dijo que "no soporta que nadie le tosa". Las críticas a la planta se acompañaron con un recuerdo a las bondades del trasvase del Ebro.

El consejero de Territorio explicó que el Consell ratificó el miércoles la decisión de paralizar las obras de la desaladora de Torrevieja. La medida se toma porque el ejecutivo de Francisco Camps considera que la documentación que aportó Acuamed a petición del Consell es insuficiente y sigue sin dejar claro que Torrevieja sea la única alternativa viable para la construcción de esta obra. La decisión, en cualquier caso, se ha comunicado a Acuamed, empresa pública del Ministerio de Medio Ambiente, y el Consell confía en que se haga efectiva a partir del día en el que se reciba el acuse de recibo de la comunicación, previsiblemente el próximo lunes o martes. El Consell espera que Acuamed paralice las obras de forma voluntaria. De no ser así, González Pons aseguró que la Generalitat "acudirá al juez para que ordene su paralización y al fiscal por presunto delito contra el medio ambiente".

El anuncio de González Pons fue contestado con rapidez desde el Ministerio de Medio Ambiente. El departamento que dirige Cristina Narbona recordó que el Consell ha dado un "paso más en su intento de obstaculizar la construcción" de la desaladora de Torrevieja y le recordó que no tiene "competencias ni cobertura legal alguna para poner en marcha un proceso de paralización de las obras". Acuamed explicó que el martes accedieron al recinto en el que se construye la infraestructura tres camiones y dos excavadoras, que trabajan en el aplanado y acondicionado de la zona. Los trabajos en la planta "siguen adelante con absoluta normalidad", dejó claro el ministerio.