Treinta juegos arropan en España la salida de la nueva máquina de Sony

El retraso en el lanzamiento europeo de la PlayStation 3 tiene su lado positivo: han llegado a la vez máquina y juegos. Ya hay en las estanterías 30 títulos, a un precio que ronda los 70 euros. Destacan Ridge Racer 7, un clásico de las carreras frenéticas que en su día ya impulsó las ventas de la primera PlayStation, y Resistance: Fall of a Man, una aventura de acción alternativa y paralela sobre la Segunda Guerra Mundial de la mano de los creadores del exitoso Ratchet and Clank.

Sin embargo, los platos fuertes aún se harán esperar. Como mínimo, hasta las próximas navidades no se podrán ver las nuevas entregas de Metal Gear y Pro Evolution Soccer para PS3.

Los fieles seguidores de la marca recibirán como recompensa la opción de usar la mayoría de los juegos de PlayStation 2, ya que es compatible con ellos mediante emulación por software. Próximamente habrá un emulador de la primera PlayStation cuyos juegos se descargarán desde la PlayStation Network previo pago.

Interacción con PSP

La interacción con la portátil de Sony permite que desde una PlayStation Portable (PSP) se pueda acceder inalámbricamente a los archivos del disco duro de PS3 como, por ejemplo, películas, que pueden verse cómodamente tumbado en la cama. Es previsible que en el futuro existan juegos que empleen simultáneamente las dos consolas, como podría ser el usar la pantalla de la pequeña para mostrar continuamente el mapa, a modo de GPS, de un juego de exploración.

Sony pretende acallar de un plumazo las críticas a su política de conexiones on line, campo en el que la Xbox de Microsoft ha abierto camino con éxito. Para eso ha presentado en la Game Developers Conference de San Francisco el entorno Home.

Se trata de un espacio virtual en tres dimensiones en el que cada persona posee un avatar que le representa, un apartamento que puede decorar libremente y zonas comunes de ocio para compartir con todo el mundo, un mundo que bebe de experiencias como Second Life para ofrecer los mismos servicios que el aplaudido entorno Xbox Live de la consola de Microsoft, pero diferenciándolo con el toque del universo paralelo del citado juego.

El sistema se pondrá en marcha en fase de pruebas a partir de abril, con el objetivo de ofrecerlo gratuitamente a todos los poseedores de una PS3 a finales de año.

En su apartamento, el jugador podrá colgar cuadros con sus fotos del disco duro, poner música e invitar a sus amigos a pasar una velada virtual. Con cada logro obtenido en un juego aparecerá una pequeña copa o una figurita que podrá exponer en su sala de trofeos. La interfaz permitirá chatear y contactar con la lista de amigos, intercambiar objetos con ellos y realizar las acciones típicas de los juegos masivos a través de Internet.

Los micropagos permitirán comprar mobiliario y objetos para decorar el pisito, pero también abrirán la puerta a nuevas residencias, más grandes y lujosas, y es el chalet con patio y piscina lo máximo del alto standing.

El centro del hogar

En los espacios comunes de ocio se podrá conocer a gente, acceder a discotecas virtuales y participar en promociones publicitarias entre muchas otras cosas. También se podrá participar en deportes de grupo como los bolos o el billar.

En definitiva, todo un mundo de entretenimiento interactivo al que acceder sin tener que levantarse del sillón, ya que incluso la consola se enciende y apaga desde el mando inalámbrico.

Estas nuevas habilidades de la máquina de Sony llenan un vacío que tenía la Play en el mundo del videojuego y que la Xbox había aprovechado para crear una fiel comunidad por Red. También es hoy un servicio imprescindible si se aspira -como aspiran los fabricantes de consolas- a que esta máquina sea el centro de ocio del hogar digital, en lugar del ordenador o el televisor.