Viaje de ida y vuelta contra el racismo
Alumnos y profesores marroquíes visitan Madrid para promover el conocimiento mutuo entre los dos países y sus comunidades escolares
"En mi escuela hay muchos más niños, aunque aquí son de un montón de países. Este colegio es muy bonito y las clases están limpias". Farah, marroquí de 17 años, alucinaba ayer en el colegio público Tirso de Molina, en Arganzuela, ante la comparación con las precarias escuelas en las que estudian ella y otros cinco niños marroquíes que la acompañan en su visita de tres días a la capital.
Cualquiera que haya viajado a Marruecos habrá comprobado la luz y la mirada inteligente de los críos. Ayer, seis de estos chavales estaban aquí para intercambiar experiencias con sus colegas y desterrar tópicos. La iniciativa que ha traído a la capital a las niñas Fatema Zohra, Farah, Inaam y Wahiba, y a los niños Asharef y Nadir, se llama Escuelas sin Racismo, promovida por la ONG Asamblea de Cooperación por la Paz (ACPP).
Rubén Municio viajó a Marruecos en 2005 con otros 11 estudiantes y seis profesores, visita que ahora devuelve el grupo que ayer probó por primera vez la tortilla de patata. La impresión del chico, alumno de FP del instituto Barrio de Bilbao, es que muchos de los amigos que hizo "renunciaron a sus sueños por la emigración".
El movimiento Escuelas sin Racismo es una red de 400 centros europeos (160 en España, seis en Madrid). Estas escuelas se plantan ante la discriminación y la exclusión y promueven la igualdad. El objetivo de los viajes entre Marruecos y Madrid es conseguir que "conceptos políticamente correctos como la solidaridad sean algo más en las escuelas", según asegura Ángel Soria, uno de los profesores que estuvo en Marruecos hace dos años.
En ese periplo para conocer la otra orilla, la expedición propuso una acción: la mejora de una escuela en Beni Chiker, cerca de Melilla. A este proyecto, y a la sensibilización en torno a los Objetivos del Milenio, ACPP dedica 167.000 euros, de los que el Ayuntamiento de Madrid aporta 133.000. La ONG ofrece a todos los colegios dos exposiciones para divulgar los ocho Objetivos de desarrollo que la humanidad ha de cumplir en 2015 según la ONU.
Los profesores de primaria marroquíes ganan entre 300 y 700 euros, y pueden tener hasta 50 alumnos. Najib Bachiri, uno de los maestros que acompañan a los críos, cree que estos viajes son importantes "porque permiten luchar contra el odio y el radicalismo, los niños ven una cultura que ignoran".
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