La invasión de Irak ha costado a España 1.165 millones de euros

El protagonismo que tuvo España en la invasión de Irak, plasmado en la presencia del entonces presidente José María Aznar en las Azores, ha tenido un alto coste económico, según documentos de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) y del Ministerio de Defensa. La factura asciende a 1.165 millones (1.430 millones de dólares) y aún faltan por abonar unos 80.

La participación militar en la Operación Libertad Iraquí -que tuvo su principal exponente en el despliegue de la Brigada Plus Ultra, con 1.300 efectivos, en las ciudades de Diwaniya y Nayaf, hasta que el presidente José Luis Rodríguez Zapatero ordenó su retirada, en abril de 2004- costó 259,5 millones de euros (318,6 millones de dólares).

Además de esta partida, el Gobierno del PP fue el anfitrión de la Conferencia de Donantes para Irak, celebrada en Madrid en octubre de 2003, en la que se comprometió a aportar 300 millones de dólares, convirtiéndose así en el sexto país donante, después de EE UU, Japón, Arabia Saudí, Kuwait y el Reino Unido.

En el bienio 2003-2004, y en aplicación de decisiones tomadas por el Ejecutivo de Aznar, España desembolsó 148,5 millones de dólares para la reconstrucción de Irak. De esta cantidad, sólo algo más de tres millones se canalizaron a través de organismos dependientes de la ONU. En cambio, más de 35 millones correspondieron a dos remesas de moneda iraquí acuñadas en la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (FNMT) y entregadas a la autoridad provisional de ocupación (CPA); 24 millones fueron para ayudas bilaterales no reembolsables; y otros 40 para el Fondo Multilateral para la Reconstrucción de Irak (IRFFI), administrada por el Banco Mundial.

A la ventanilla de la ONU

Zapatero decidió retirar las tropas, pero mantuvo íntegramente los compromisos económicos de su antecesor. Desde 2005 hasta hoy, se han gastado poco más de 48 millones de dólares, por lo que faltarían 103,3 para llegar a los 300 prometidos en 2003.

El retraso no es consecuencia de la falta de voluntad política, sino del deterioro de la seguridad en Irak, que ha arruinado cualquier proyecto de reconstrucción. La cooperación española carece actualmente de presencia en Irak y no financia directamente proyectos de ONG españolas.

Aunque mantuvo el monto global de la ayuda, el Gobierno del PSOE modificó su orientación, de forma que la mayor partida (39,5 millones de dólares) se ha canalizado a través de la "ventanilla de Naciones Unidas", y no del Banco Mundial, en el fondo para la reconstrucción (IRFFI). Además, se ha dado algo más de un millón a los programas de formación de la policía y el Ejército iraquí por la OTAN.

Está previsto realizar una nueva contribución de 28,4 millones de dólares al fondo de la ONU y están pendientes de adjudicar otros 75 millones en créditos a bajo interés reembolsables.

Estas cifras no incluyen casi 2,5 millones de dólares aportados por comunidades autónomas y ayuntamientos españoles, ni los 764 millones de dólares de deuda iraquí condonada por España.

En resumen, la factura asciende a 196,6 millones si se limita a donaciones y créditos blandos ya desembolsados, a 663,8 si se incluye el coste de la operación militar, y a más de 1.430 millones de dólares (1.165 millones de euros) sumados todos los conceptos.