Saltana
Estamos muy conmovidos por la suerte de Saltana. Estos casos no son extraños para mi esposo ni para mí, pues somos colaboradores voluntarios del Comité Contra la Esclavitud Moderna, con sede en París.
Lamentablemente, no es nada raro que cuando una familia de África o Medio Oriente se instala en Europa traiga con ellos ilegalmente a una niña, a la cual esclavizan. Nos duele aún más ver la reacción de los Amigos del Pueblo Saharaui, que no defienden el futuro de Saltana, sino que se sienten "ofendidos", sobre todo porque la causa del pueblo saharaui está tan cerca de nuestros corazones.
Es casi seguro que si esta niña es devuelta a su madre biológica volverá a caer en las redes de esclavitud, donde tendrá un futuro lamentable, aparte de que no podrá seguir el tratamiento médico que necesitará durante mucho tiempo.
Es con el pensamiento puesto en Saltana y en los peligros que la amenazan que confiamos en que podrá seguir con sus padres adoptivos y disfrutar de un porvenir de seguridad, bienestar y desarrollo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.