El fantasma del paro
El 30% de los universitarios no encuentra empleo en la cuarta economía del mundo
Los dirigentes chinos son claramente conscientes de una cosa: que la magnitud de su población (1.300 millones de personas) es su fuerza, pero también su debilidad. La situación del empleo es un buen ejemplo de esta contradicción. Si, por un lado, su infinita fuerza laboral ha convertido a China en la fábrica del mundo, por otro, el continuo flujo de jóvenes que cada año llega al mercado somete a una gran presión al Gobierno, que se las ve y se las desea para proporcionarles trabajo. Y el panorama no tiene visos de mejorar. Más bien todo lo contrario.
De los 24 millones de personas que buscarán trabajo este año, sólo la mitad lo encontrará
Según ha reconocido esta semana Tian Chengping, ministro de Trabajo y Seguridad Social, en el marco de la sesión anual de la Asamblea Popular Nacional (APN), China se enfrenta a un serio problema de desempleo, que afecta también a los universitarios, ya que el 30% de los 4,13 millones que se graduaron el año pasado no ha encontrado trabajo.
"El país sufre una gran presión laboral, que continuará en los próximos años. La situación es muy seria", ha advertido Tian. Pekín prevé crear nueve millones de nuevos empleos y encontrar ocupación a otros cinco millones de despedidos de las empresas estatales en reestructuración. Pero las autoridades calculan que el paro urbano registrado subirá este año al 4,6%, frente al 4,1% en 2006. A él contribuirán, también, el aumento de la población y la migración de los habitantes de las zonas rurales a las ciudades. Tian asegura que de los 24 millones de personas que buscarán empleo, sólo la mitad lo encontrará. De ahí, la prioridad absoluta que da el Gobierno al crecimiento de la economía, que el año pasado aumentó un 10,7%. China necesita que el PIB crezca un 7% u 8% anual para garantizar un cierto nivel de empleo, mientras que, al mismo tiempo, intenta impedir un sobrecalentamiento de la actividad y bascula hacia un modelo más respetuoso con el medioambiente.
El paro universitario preocupa especialmente a los dirigentes, que apenas suelen hacer referencia a la falta de ocupación que existe en el campo. Según el Ministerio de Trabajo, de los empleos creados en 2006, sólo el 22% fue para los graduados. Más de la mitad de los estudiantes afirma que la falta de experiencia es uno de los principales obstáculos a los que se enfrentan para ser contratados.
Muchos de estos jóvenes no quieren trabajar en la industria pesada, pero se encuentran con que el sector servicios y las pequeñas y medianas empresas aún no están lo suficientemente desarrolladas para absorberlos. Según expertos del Banco Asiático de Desarrollo, la misma cantidad de crecimiento económico no es capaz de generar hoy el mismo número de empleos que hace años.
El Ministerio de Educación asegura que la solución pasa porque los universitarios acepten salir de las principales ciudades y se vayan a trabajar a las provincias del centro y el oeste de China. "Sólo de esta forma se podrá resolver el problema del empleo", señala el ministro.
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