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Más de un centenar de vecinos pide un nuevo hospital del Aire

A Ángel Querol le cuesta andar. Tiene 87 años y un vendaje en la rodilla derecha que muestra con cierto pudor. Pero ayer no quiso perderse la convocatoria para pedir un nuevo hospital del Aire en el distrito de Ciudad Lineal. Ángel tiene motivos muy concretos: cada vez que su mujer necesita una revisión, les toca coger un autobús hasta plaza de Castilla, hacer transbordo y montarse en otro hasta el hospital más cercano, el Ramón y Cajal. Sólo en llegar se les va casi una hora y media. Y visita al médico "a menudo" porque su señora está operada de un pie y de un pecho y debe pasar revisiones "continuas", según Querol.

"Con mi pensión, no me puedo permitir muchos taxis, son más de 20 euros por visita", añade en un alto en la manifestación a 1a que acudieron unas 120 personas, según estimaciones de la Policía Nacional.

La protesta discurrió entre la plaza de Ciudad Lineal y el hospital del Aire, en la calle de Arturo Soria. Los manifestantes recorrieron los primeros cien metros en fila sobre la acera con su grito de guerra: "¡En este solar, queremos un hospital!". Para cortar un carril de la calzada tuvieron que negociar con agentes de Policía Municipal y Nacional enviados a vigilar la convocatoria.

El antiguo hospital del Aire, de uso exclusivo para militares, fue derribado en enero de 2004. Un mes después, el Consejo de Ministros autorizó la construcción en el solar del hospital Central de la Defensa, con un presupuesto de 84,7 millones. El compromiso fue ampliar su uso a los madrileños a través de un convenio con la Comunidad de Madrid que nunca se ha llegado a firmar. Tres años después de su demolición, Defensa guarda silencio sobre sus planes para este terreno, mientras los vecinos se dan todo tipo de explicaciones. "A mí me han dicho que van a montar un hospital privado", le decía Rosa Batres, de 73 años, a otra manifestante. Ella va "de año en año" al Ramón y Cajal y siempre en autobús, porque "allí no hay quien aparque".

A las puertas del antiguo hospital, donde aún quedan escombros del derribo, los manifestantes acordaron repetir la protesta el tercer jueves de cada mes hasta que les ofrezcan una solución.

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