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Reportaje:

Una voluntad quebrada

Una familia reclama una finca que el Opus Dei usa para retiros

Margot Molina

Carmen Díaz Iraola, una viuda rica, piadosa y sin hijos, decidió dejar al Opus Dei su finca y su casa-palacio, en la que Zorrilla imaginó el famoso encuentro entre doña Inés y don Juan Tenorio, como marco perfecto de retiros espirituales. La entrega se produjo en 1982 en forma de contrato de compraventa que hizo que la Hacienda Valparaíso, de 21,5 hectáreas en la localidad sevillana de San Juan de Aznalfarache, pasase a ser propiedad de Inmuebles Sociales y Culturales Albero, S. A. por un millón de pesetas (6.010 euros), una cantidad simbólica que en realidad escondía una donación, según la demanda presentada por la interesada.

Díaz Iraola impuso como condiciones básicas del contrato que nadie especulara con su tierra y se convirtiera en refugio para la meditación. Su voluntad se quebró en 2000, cuando la sociedad Albero vendió casi la mitad de la finca a una promotora inmobiliaria. Pero ella no lo supo hasta 2004, fue entonces cuando la antigua propietaria llevó a los tribunales a la empresa compradora, que la demanda vincula al Opus Dei. Aunque Carmen Díaz Iraola falleció el año pasado, 14 de sus 18 herederos siguen adelante con el litigio.

La historia comenzó en 1948 cuando el abogado Alfonso Palomino Blázquez y su esposa Carmen Díaz Iraola compraron la Hacienda Valparaíso. El matrimonio conoció a miembros del Opus Dei a principio de los setenta y en 1974 el abogado falleció. Desde entonces, según se relata en la demanda, varios miembros del Opus comienzan a plantearle a la viuda "la posibilidad de que donase para la Obra la hacienda".

Según la demanda, presentada en 2004 con la asesoría del abogado Fernando Rodríguez Galisteo, la viuda donó la finca al Opus Dei, a través de la empresa Inmuebles Sociales y Culturales Albero, S. A, y especificó que quedaba "excluida cualquier actividad inmobiliaria en general y de edificación con fin especulativo y lucrativo", según la escritura de 1982.

Lo que llevó a Díaz Iraola a reclamar la hacienda a sus 91 años, fue comprobar que Albero había vendido casi la mitad de su antigua propiedad y que se estaba construyendo una promoción de viviendas; a pesar de que ella se había reservado la "posesión civil" de toda la finca hasta su muerte, es decir la facultad de decidir sobre su uso. Acudió a los tribunales, primero con una demanda de conciliación y después en juicio ordinario. Díaz Iraola murió en marzo de 2006, en una residencia de ancianos de Dos Hermanas (Sevilla). La audiencia previa del juicio será en abril en el Juzgado de Primera Instancia número 8 de Sevilla.

La demanda pide que se declare nula la venta de Valparaíso por entender que la operación fue una "donación encubierta" al Opus. Según la demanda, la mujer vendió la finca por un millón de pesetas a Inmuebles Albero, que se constituyó el mismo día que se firmó el contrato de compraventa. Esta sociedad fue constituida por tres mujeres -Esther Pérez Lucena, María Luisa Lasso Muñoz y Carmen Alegre Bayo-, pertenecientes a esta prelatura de la Iglesia católica.

Actualmente la promotora Realia Bussiness está construyendo en el terreno, a pesar de "la finalidad exclusivamente formativa y cultural a la que la entidad se compromete a destinar la finca comprada", que especifica en el contrato de compraventa de 1982. Para argumentar que se trata de una venta supuesta, la demanda dice: "Se fijó una cantidad simbólica de un millón de pesetas que nunca recibió mi mandante". El valor actual de Valparaíso completa, tal y cómo su propietaria la transmitió, es de 36 millones de euros, según los cálculos de los demandantes.

La parcela que se segregó ha pasado por otras dos manos antes de pertenecer a Realia. La primera venta fue en 2000 a Gestiones y Servicios Inmobiliarios en Andalucía, S. L. por 3,2 millones de euros. Después al Grupo P.R.A., S. A. por 7,9 millones de euros, que la vendió a Realia Bussiness por 19 millones de euros. Ajenos al litigio y a la escalada de precios del antiguo naranjal, la casa-palacio se sigue usando -como ocurre desde 1982- por el Opus Dei para realizar retiros espirituales.

Dos versiones

En palabras de Luis Fontán, director de la Oficina de Información del Opus Dei en Sevilla, "no hay ninguna causa judicial contra el Opus Dei, ni existe ninguna demanda contra la institución". "El Opus Dei no tiene personalidad económica ni financiera, por tanto no tiene sociedades ni utiliza entes interpuestos. Esto facilita que se dedique a su único fin: la atención espiritual de sus fieles", aclara.

Por su parte, el abogado de Albero, Jesús Añón, sostiene: "Los demandantes han solicitado a la juez que tome medidas cautelares respecto a Valparaíso, pero las ha rechazado; eso quiere decir que se muestra favorable a la sociedad que yo represento".

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Sobre la firma

Margot Molina
Ha desarrollado su carrera en El PAÍS, la mayor parte en la redacción de Andalucía a la que llegó en 1988. Especializada en Cultura, se ha ocupado también de Educación, Sociedad, Viajes y Gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado, entre otras, la guía de viajes 'Sevilla de cerca' de Lonely Planet.

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