La Setmana del Llibre en Català bate récords de venta y asistencia
La feria se plantea dejar Barcelona si no puede continuar en la plaza de Catalunya
La plaza de Catalunya le sienta estupendamente a la Setmana del Llibre en Català, que ayer cerró sus puertas batiendo récords de asistencia, 205.00 personas, el 9% más que en 2006, y de facturación, 315.000 euros, el 7% más que el año pasado. Pero el futuro de la feria en este emplazamiento no parece seguro. Ayer, el presidente de la comisión organizadora, Ernest Folch, advirtió de que si el Ayuntamiento de Barcelona no garantiza en breve la continuidad de la feria en la plaza de Catalunya buscarán un emplazamiento fuera de la capital catalana.
"Queremos continuar en la plaza de Catalunya. Desde que el año pasado adoptamos este céntrico espacio de Barcelona, el aumento de público y ventas no ha cesado. No queremos renunciar a esto", aseguró ayer a este diario Ernest Folch. El presidente de la comisión organizadora de la Setmana del Llibre en Català no había recibido a día de ayer la confirmación por parte del Ayuntamiento de Barcelona de la continuidad de la feria en la plaza de Catalunya pese a los requerimientos que la organización ha realizado al municipio, reticente a ceder el espacio, que recibe anulamente más de 5.000 peticiones de uso que, salvo excepciones, son sistemáticamente rechazadas. "No podemos esperar más de un mes a saber si nos dejan de nuevo montar la carpa de la feria en la plaza el año próximo. Creemos que la continuidad en este marco es posible, pero si no obtenemos pronto el permiso estudiaremos seriamente trasladarnos fuera de Barcelona", ha advertido Folch.
La Setmana del Llibre en Català, en la que este año han participado 150 librerías de toda Cataluña, ha pasado a lo largo de su historia por el vestíbulo de las estaciones de Sants y França y las Drassanes y no quiere renunciar a la céntrica plaza barcelonesa, cuyo constante tránsito de personas beneficia el número de visitas.
Así se ha demostrado por segundo año consecutivo. En el balance de esta 25ª edición, que ayer cerró sus puertas, todo son récords. El incremento del 9% del público que ha pasado por la carpa de la feria se ha saldado con 205.000 visitantes y una facturación de 315.000 euros, el 7% más que el año pasado. El número de libros vendidos ha ascendido a 26.150, el 4% más que en 2006.
Los autores catalanes más vendidos han sido Sergi Pàmies, Josep Maria Espinàs, Quim Monzó, Imma Monsó e Isabel- Clara Simó. En literatura infantil y juvenil, lo autores que más ventas han conseguido han sido los de manga Takahashi Rumiko y Kishimoto Masashi.
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