El Frente Polisario y la prensa de Argelia arremeten al unísono contra el Gobierno español

Mohamed Abdelaziz, el líder del Frente Polisario, no se anduvo por las ramas. La víspera del inicio de la cumbre hispano-marroquí sostuvo que la actitud de España en relación con el conflicto del Sáhara Occidental conlleva "gérmenes de desestabilización y de una escalada grave". Es decir, que si se reanudan las hostilidades -el alto el fuego rige desde hace 16 años- será, en parte, culpa del Gobierno español.

La cuarta visita a Marruecos de José Luis Rodríguez Zapatero desde su llegada a la presidencia del Gobierno ha desatado las iras del movimiento independentista saharaui y de buena parte de la prensa argelina, que, en este caso, refleja fielmente la posición del régimen del presidente Abdelaziz Buteflika.

"José Luis Zapatero brinda ya un apoyo sin sorpresas, pero en contra de la legalidad, a la política marroquí", editorializaba ayer, por ejemplo, el diario L'Expression, resumiendo una opinión generalizada en Argel.

El rotativo se refería al respaldo de la diplomacia española al plan de autonomía para el Sáhara que Marruecos ha elaborado, pero que Argelia y el Polisario rechazan de antemano. El Ejecutivo español ve la iniciativa con buenos ojos, aunque el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, evitó apoyarla en público.

El Gobierno argelino guarda oficialmente silencio ante la cumbre hispano-marroquí porque no es un tema sobre el que deba pronunciarse, y menos cuando falta una semana para que se inicie el primer viaje a Argelia de los Reyes de España en un cuarto de siglo.

Durante la última visita de Zapatero a Argel, en diciembre, el presidente Buteflika le instó, sin embargo, a comprometerse "de manera más resuelta a llevar al Reino de Marruecos y al Polisario a aceptar poner a punto las modalidades del referéndum de autodeterminación libre y regular (...)" en el Sáhara.

Antes incluso de que se anunciase la celebración de la cumbre de Rabat, el Polisario y la prensa argelina arremetieron contra el Gobierno de Zapatero por permitir la venta a Marruecos, por tres empresas españolas, de 1.200 vehículos blindados, 800 camiones militares y 10 patrulleras por unos 200 millones de euros.

"Al decidir rearmar al Ejército marroquí, [España] muestra claramente su compromiso activo con Marruecos", afirmó Mohamed Sidati, responsable del Polisario. Los contratos de compra de armas firmados o en negociación entre Rusia y Argelia ascienden a 3.075 millones de euros e incluyen armas mucho más agresivas como aviones cazabombaderos.